A pocos días de iniciarse el 2025, cuando nadie imaginaba los sucesos en torno al Criptogate que involucran al presidente Javier Milei, Mauricio Macri publicó un mensaje en el que invitaba al Gobierno a unir fuerzas electorales para "terminar con el populismo", pero no consiguió respuestas formales.

Aunque un acuerdo sigue fijado en el horizonte del PRO, las condiciones cambiaron y, mientras un sector del partido pide "cautela", el expresidente reúne a la mesa ejecutiva partidaria para analizar la estrategia.

En medio del fatídico fin de semana de LIBRA, el macrismo emitió un comunicado que causó malestar en la Casa Rosada y en los dirigentes más proclives a un acuerdo con los libertarios. La frase "no estamos a favor de un juicio político en esta instancia" había desatado suspicacias y, horas más tarde, en una reunión de dirigentes provinciales, Cristian Ritondo y Diego Santilli se encargaron de subrayar de todas las maneras posibles que el PRO no acompañaría nunca al kirchnerismo en esa iniciativa y llamó a la oposición peronista como el "club de los fracasados".

Todo parecía aclarado, todos los dirigentes reunidos allí parecieron salir con un discurso monolítico sobre la necesidad de un acuerdo casi a cualquier precio con La Libertad Avanza. Pero, puertas adentro del PRO bonaerense hay un grupo que prefiere "esperar".

Se trata de un espacio que se siente referenciado en Mauricio Macri quien, horas después y de visita a Santa Fe, dejó frases de alto voltaje sobre el criptogate y no fue tan taxativo a la hora de hablar del rechazo al Juicio Político. El viernes pasado, además, se conoció un audio en el que el expresidente recriminaba a Milei por el destrato a él y al partido que fundó: "Descalificación, falta de respeto al partido, a algunos dirigentes, ahora a mí", dijo.

Esa posición, según pudo saber El Cronista, ya había quedado expuesta en la mencionada reunión de dirigentes bonaerenses que se realizó en San Telmo: "Nadie está pensando en decir no nos juntamos con La Libertad Avanza. Pero hay que estar atento a lo que pase. Por otra parte, ellos nunca respondieron a la Carta de Mauricio ¿Por qué hay que ir corriendo ahora?", se preguntó oportunamente un vocero amarillo.

En el espacio que quiere esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, afirman "no poder comprender" cuál puede ser la vocación de algunos dirigentes para querer una alianza a cualquier precio o un traspaso a La Libertad Avanza. "Un Guillermo Montenegro, intendente de una ciudad importante ¿Para qué se apura? Él puede ir con su lista del PRO y que le vaya bien ahora, podría ser candidato en 2027 tranquilamente sin necesidad de estar pidiendo cosas en febrero de 2023", reflexionó el conocedor de la interna partidaria.

En ese sentido, mañana, Macri reunirá a la mesa ejecutiva partidaria y podría analizar la ruptura de los puentes con los hermanos Milei y con Santiago Caputo, los integrantes del Triángulo de Hierro.

Pero las posiciones y diferencias de puntos de vista son múltiples. De hecho, en la reunión del lunes en San Telmo, el intendente de San Isidro, Ramón Lanús participó y dejó claro que, según entiende, el PRO debe confluir en un acuerdo electoral con Milei. El jefe comunal es uno de los que cree que hay que para terminar con el kirchnerismo provincial hay que unirse. El debate es cuál es el grado de la alianza y si el partido fundado por Macri puede llegar a diluirse en ese acto.

Lanús tiene un compromiso claro con la actual ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich y, además, por la dinámica interna de su partido, se vería beneficiado de un acuerdo que lo ayude a enfrentar al exjefe comunal, Gustavo Posse, quien podría ser candidato en 2025 para intentar arrebatarle la intendencia en 2027.

Aunque los medios presentes lo vieron entrar y salir del encuentro, Ramón Lanús no quiso posar para la foto, un gesto que, según pudo saber El Cronista, le valió críticas por parte de sus, por ahora, compañeros partidarios.

Otro que no salió en la postal fue el exintendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien también pide una alianza con los libertarios. Al presidente de Independiente lo tentó un sector del Gobierno que está alineado con el asesor Santiago Caputo, pero rechazó -por ahora- el convite y participó del encuentro de San Telmo. "Néstor se queda", dijo un legislador provincial de su confianza a El Cronista. Además de la lealtad, podría haber pesado que el otro vértice del Triángulo de Hierro que conforma Karina Milei está decidida a potenciar su propio armado en la Provincia.

"¿Qué impide un acuerdo? Karina", confirmó risueño otro de los dirigentes que apuran la confluencia. Otro factor disuasivo puede ser la rígida posición de La Libertad Avanza a trabajar con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, a quien lo hicieron sufrir para conseguir la suspensión de las PASO. La Ciudad podría convertirse en "la madre de todas las batallas" si hay un enfrentamiento electoral abierto entre los sectores, y podría dañar las negociaciones a todo nivel.

Sólo el tiempo determinará si se termina imponiendo la ruptura, la cautela o el deseo de los aliancistas "casi a cualquier precio" son la forma para recuperar la centralidad y vencer al kirchnerismo.

Una estrategia electoral divorciada de Milei podría tener beneficios y riesgos: sostener una identidad o salir con una derrota por "dividir el electorado" con el oficialismo. El único camino para el PRO, si va a la confrontación con el Gobierno nacional, será, por primera vez en 14 meses, convertirse en un espacio que se defina como opositor a Milei.