

En esta noticia
Javier Milei está exultante. Con el anuncio de un polémico decreto que promueve más de 300 normas con profundos cambios para la economía argentina y la puesta en marcha del protocolo antipiquetes el Presidente ayer se mostró triunfante en la primera pulseada de su gobierno de cara a un diciembre complicado.
La arriesgada jugada del DNU que lanzó con más de 300 modificaciones legales sumado al paquete de leyes que enviará la semana que viene al Congreso es "la bala de plata" que Milei cree que se debe usar ahora. Sabe que hoy tiene un amplio apoyo popular que arrastra de la victoria electoral contra Sergio Massa. No sabe cuánto puede durarle ese apoyo de las urnas.
Según pudo reconstruir El Cronista de diferentes fuentes de la Casa Rosada, ayer el Presidente expresó en la reunión de Gabinete y antes de la grabación del mensaje en cadena oficial en el Salón Blanco que "no se puede perder más tiempo porque la Argentina está en emergencia". Los ministros que lo escucharon también están convencidos de que el paquete de leyes y el mega decreto sólo se podrán dar ahora y el mes que viene puede ser tarde.
En relación a la batalla que dará Milei y todo su gobierno por el DNU y el paquete de leyes, el presidente cree que habrá al menos dos factores de poder dispuestos a poner palos en la rueda: el kirchnerismo y los gremios.

Así, el jefe de Estado y sus ministros confían en que haya un apoyo de la mayoría de los gobernadores que se traslade al Parlamento y apostará a un respaldo legislativo del PRO, algunos radicales y La Libertad Avanza. Milei se apoya en un dato en clave para avalar esa idea: para que el DNU no pueda empezar a regir la oposición debe reunir una mayoría en la Comisión Bicameral de decretos y en el recinto a fin de rechazar la medida. Hoy no estaría ese número.
Clima festivo
Ayer en la Casa Rosada había un clima casi festivo ante el anuncio del mega DNU en cadena nacional y los resultados de una jornada de alta tensión social en función de la puesta del operativo policial de control de los cortes de calles que culminó con una manifestación pacífica en la Plaza de Mayo acotada a caminatas por las veredas bajo una fuerte presencia de la Policía Federal.
"El presidente está totalmente conforme con el resultado del protocolo antipiquetes", expresó a El Cronista la ministra de Seguridad Patricia Bullrich hacia las 18 cuando no más de 5000 piqueteros del Polo Obrero empezaban a desconcentrarse de la Plaza de Mayo sin hechos mayores de violencia más allá de algunos forcejeos con la policía.

La ministra de Seguridad acotó en conferencia de prensa que "las cosas han cambio, se terminó el vale todo", destacó que hubo libre circulación y que el tamaño de la protesta social se redujo sustancialmente.
Milei ya había grabado en el Salón Blanco de la Casa Rosada junto a sus ministros el mensaje que dio por cadena nacional para anunciar el envío al Congreso de un amplio DNU que instrumentará para desregular buena parte de la economía y promover una profunda reforma laboral entre otras cosas.
En ese mensaje Milei destacó que "estamos haciendo esfuerzos para evitar lo que puede ser la peor crisis de la historia argentina". Reiteró su fórmula de campaña contra "la casta política" y anunció un amplio paquete de reformas por DNU que plantean una desregulación total de la economía.
El Departamento policial
El clima festivo en la Casa Rosada era inocultable. "El Presidente se puso al hombro el operativo antipiquetes que fue un éxito y lanzó toda la batería de shock de medidas", dijeron en el gobierno en forma coincidente varios funcionarios.
El exitismo oficial responde también al gesto que tuvo Milei de trasladarse desde la Casa Rosada al Departamento Central de la Policía Federal donde Bullrich seguía de cerca con amplios monitores todo el desarrollo del protocolo antipiquetes.

En la Casa Rosada celebraron que ayer no hubo incidentes y que la marcha piquetera estuvo muy limitada. En rigor, el Polo Obrero y los sectores de izquierda que fueron a Plaza de Mayo quedaron en soledad ante el grueso de los movimientos sociales que optaron por no sumarse a la protesta a menos de 10 días de asumido el nuevo presidente.
El Movimiento Evita, Barrios de Pie, Libres del Sur y la UTEP son los grupos piqueteros que decidieron tomar distancia de la protesta de ayer. Según pudo saber El Cronista algunos dirigentes de estas agrupaciones ya empezaron a entablar diálogo con el nuevo gobierno bajo estricta reserva.
El esquema de limitación de la protesta que desplegó el gobierno con el protocolo antipiquetes comenzó ayer temprano. El portavoz Manuel Adorni precisó que el Ministerio de Capital Humano ya recibió 8.900 denuncias en la línea 134 contra punteros y organizaciones sociales, antes de la marcha de este miércoles a Plaza de Mayo, y apuntó contra el Polo Obrero al señalar que "maneja una caja de $ 5.461 millones extorsionando gente".
Además, el gobierno puso en marcha un operativo de requisa a los colectivos que trasladaban a piqueteros. Así sucedió en el puente que separa las ciudades de Cipolleti y Neuquén.
La pelea en el Congreso
Todo esto forma parte de una estrategia que reiterará en adelante Milei para eliminar los intermediarios de planes sociales y acotar la protesta en las calles. En el gobierno creen que se hace necesario profundizar este plan por una simple cuestión: es la forma de estrechar la alianza con la clase media que votó a Milei, que está cansada por no poder circular en las calles cuando hay piquetes y que estarán golpeados quedarán con las medidas de ajuste.

El Presidente tendrá ahora la otra batalla que dar en sus primeros pasos en el gobierno. Esta pulseada se dará en el Parlamento. Con la firma del DNU que lanzó ayer y que promueve una cambio profundo en las reglas de juego de la economía se abre un duro debate.
Los peronistas, radicales, la izquierda y otros referentes de Diputados y el Senado ya alertaron que ese paquete contemplado en el DNU no pasará fácilmente de la Comisión Bicameral de control de decretos. Pero Milei está convencido de que la oposición no podrá rechazar el decreto que empezará a regir desde ahora.
Desde la CGT ya adelantaron que una reforma laboral por decreto no pasará y alertaron que llevarán el tema a la justicia.
Las dos batallas son muy duras. La de la calle y la del Parlamento. Milei cree que ayer empezó la guerra y que el primer round lo ganó.












