

A la provincia de Mendoza se le terminó la plata. Francisco Paco Pérez, el todavía gobernador (hasta el 10 de diciembre cuando se realice el recambio) solicitó al ejecutivo nacional un préstamo por $ 500 millones para poder pagar los sueldos públicos. Al mismo tiempo pretende refinanciar un déficit que alcanzará para fin de año los $ 5800 millones.
"La situación es preocupante. Alfredo Cornejo (el gobernador electo) está viajando en estos días a Estados Unidos para ver la posibilidad de conseguir financiamiento", dijo a El Cronista, Laura Montero, la vicegobernadora que asumirá su cargo en diciembre. "El origen del problema es que antes de las elecciones los empleados públicos lograron un aumento salarial de 35%, cuando el presupuesto para la suba anual era del 19%", explicó.
Golpeado por haber perdido la posibilidad de asumir como parlamentario del Parlasur por la abultada derrota del justicialismo en Mendoza el domingo último, Pérez busca la forma de llegar al final de su mandato con los salarios al día.
Junto a su vice Carlos Ciurca y su ministro de Agroindustria, Marcelo Costa, el gobernador intentaba negociar un préstamo millonario en dos cuotas de $ 250 millones con el ministro de Economía, Axel Kicillof, ante la necesidad de depositar el dinero el viernes.
El mandatario saliente de Mendoza necesita $ 250 millones para cancelar los salarios de octubre y otros $ 250 millones para cubrir los sueldos de noviembre, mientras que los de diciembre quedarán en manos de la debutante administración del radical Cornejo.
En paralelo, para alcanzar el pago total de los sueldos de los empleados públicos, según la agencia NA en una sola cuota y no en varias como en los últimos meses, Pérez deberá utilizar unos $ 600 millones de descubierto en el Banco Nación.
Con esa entidad, en tanto, busca Pérez refinanciar una deuda de unos $ 2300 millones que viene siendo negociada desde el 15 de octubre con la venia de la presidenta Cristina Kirchner, quien ordenó dar oxígeno a la provincia cordillerana.
Mendoza le debe al Nación, que oficia de su agente financiero, los $ 2300 millones a los que había accedido para pagar sueldos de los meses anteriores y ese dinero tendría que ser cancelado antes del 30 de diciembre próximo.
Pérez está en medio de las presiones que ejerce Cornejo, para no quedarse con una provincia sin dinero disponible el 10 de diciembre, y del propio justicialismo, donde hay un enojo muy fuerte porque carga la responsabilidad de la derrota electoral en el gobernador.













