En el marco del 61° Coloquio de IDEA, el sector privado planteó los desafíos que encara a la hora de salir a competir. Entre los distintos obstáculos que señalaron, se destacó la necesidad de reformas, la estabilidad macro como necesaria, pero también los consensos y políticas a largo plazo.
Bajo el lema "Juega Argentina", el coloquio volvió a convocar a la primera plana empresaria, que escuchó con atención al director de Invecq, Esteban Domecq, que expuso las condiciones de la competitividad argentina, algo nada nuevo para el empresariado, pero que recibió los puntos destacados por el economista.
Desde el propio Coloquio analizaron las dificultades, déficits y debilidades de competitividad estructural del país: la debilidad institucional y el endeble marco jurídico, baja integración y apertura económica, el mercado laboral, el sistema impositivo y la falta de estabilidad macro.
El economista cuestionó cuán preparada está Argentina para salir a competir. Para responder, subrayó que la estabilización y normalización macroeconómica desde finales de 2023 es un punto fundamental para la competitividad. Repasó los resultados fiscales deficitarios que atravesó Argentina y marcó: "La indisciplina fiscal deriva en inflación", proceso que empezó a recortarse, aunque calificó de inconcluso.
"Esta es la foto en la que vienen gestionando las empresas, la que describe la inestabilidad macro argentina, ahí está el corazón del sistema que afecta la competitividad", dijo, aunque destacó que mejoró cuatro posiciones en un año por factores como los cambios en la normatividad comercial, el RIGI y la estabilización de las finanzas públicas.
A pesar de estas mejoras que repasó Domecq, desde IDEA puntualizaron que hubo factores que empeoraron, entre los que destacaron la infraestructura, la logística y las redes de transporte, dada la paralización casi total de la obra pública.

"Cuando un empresario tiene que competir en el mundo y busca ganar un mercado, va con una mochila de piedras", agregó Domecq y enumeró entre esas "piedras" a la inflación, el riesgo país, los ciclos recesivos, además del marco legal laboral, impositivo, la infraestructura, con énfasis en el estado de las rutas y el costo que esto implica en las distintas cadenas de valor. En este sentido, destacó que el costo en algunas cadenas del norte del país puede alcanzar al 30% del costo total de la mercadería transportada.
Entre las piedras, tomó también la burocracia, el costo de trámites y regulaciones, además de legislaciones. El mercado financiero no se queda atrás, ya que, indicó, el crédito sobre PBI es bajo en comparación con otros países de la región: "Hay baja inclusión, poca disponibilidad, sobre todo para pymes, el financiamiento escasea. No solo eso, sino que por momentos es caro, prohibitivo, y esto incluye al riesgo país".
La tasa de interés no fue una variable que esquivó la conversación, ya que por la mañana del lunes tuvieron una marcada suba y la tasa para adelantos de empresas fue del 80% de TNA, contra una inflación proyectada del 20%, 50 puntos por encima, mientras que en la región el costo de financiamiento se ubica en 8 puntos por encima de la inflación.
"Esto es todo lo que pasa en materia de competitividad puertas afuera de las compañías", agregó, ya que dentro de las empresas, la preocupación pasa por los costos, la productividad, la capacidad de innovación, la gestión del cambio y la vocación competitiva.
"El marcados de competitividad en Argentina arranca en desventaja, pero creo que el partido es largo", dijo con la expectativa de llevar esperanza al auditorio e ilustró: "Si armo un equipo de fútbol 5, con estabilidad macro, principio ordenador innegociable, con la baja de la inflación, equilibrio fiscal, un ciclo de crecimiento económico, con el diagnóstico correcto y con reformas que descompriman el costo argentino, que saquen piedras de la mochila".
Para cerrar, remató: "Dame estabilidad, reformas, articulación, consensos y políticas de largo plazo y salgan a jugar los empresarios".














