

El crimen de Brian Aguinaco, a manos de un menor de 14 años, en diciembre del año pasado, fue el triste puntapié para que desde el Gobierno y la oposición instalaran la discusión sobre la baja de la imputabilidad. Se debatió el tema, y se comenzó a trabajar desde el Ministerio de Justicia en la reforma del sistema penal juvenil, aunque se le bajó el tono para evitar que llegara al Congreso un tema tan susceptible en un año electoral.
El asesinato de Agustín Bustamante, de 3 años, tras un disparo de un adolescente de 16, motivó que la discusión surgiera de nuevo, aunque esta vez el Gobierno estaría dispuesto a acelerar los plazos y presentar en el corto plazo un anteproyecto para reducir la edad para ser punible, a 14 años para homicidios, y 15 para casos de robo calificado con armas de fuego, violación y secuestros extorsivos.
"El proyecto está a días de finalizarse para ponerlo a disposición del ministro Germán Garavano para su análisis y consultas", reveló a la agencia Télam el subsecretario de Política Criminal de esa cartera, Juan José Benítez, integrante de la Comisión que desde hace cinco meses elabora el texto. El proyecto forma parte del plan Justicia 2020, y la idea del Ejecutivo era llevarlo al Congreso tras los comicios.
La medida genera diferencias incluso en el propio Gobierno, o en funcionarios designados por el Ejecutivo. Por caso, el jefe de la policía bonaerense, comisario general Fabián Perroni, expresó su rechazo a bajar la edad de imputabilidad a los 14 años. "Personalmente no estoy de acuerdo. Creo que hay que trabajar más en los chicos que vienen postergados hace años", dijo Perroni al ser consultado en radio La Red.
Entre los lineamientos que incluye esta reforma del sistema penal juvenil, figura una baja en la edad de punibilidad a 14 años para homicidios, lo que implica que el joven "pueda ser sometido a proceso, es decir que se pueda investigar para determinar su responsabilidad en el delito cometido", pero también que pueda "recibir una respuesta del Estado, acorde a la edad y el delito", ya sea a través de "sanciones" o de "medidas restaurativas" para su reinserción en la sociedad, luego del cumplimiento de su pena, detalló Benítez.
Respecto a la pena que puede recibir un menor de 14 años que cometió un homicidio, Benítez dejó claro que "el encierro es la última instancia", cuando se descartan todas las otras sanciones disciplinarias menores, que pueden ser la indicación de que el joven termine el colegio, o inicie la capacitación para algún oficio.
Otras alternativas intermedias al encierro total son situaciones de privación de la libertad por períodos, en los que el joven deberá concurrir al instituto, o prisión domiciliaria con monitoreo electrónico o a través de la supervisación de una institución o un referente.













