Las decisiones económicas que el Gobierno tomó durante el fin de semana, limitando la compra de dólares a minoristas y estableciendo plazos para liquidar divisas a los exportadores, hacían prever un lunes de alto voltaje para el sector financiero y, por ende, para el Ejecutivo de Mauricio Macri. Pero en la Rosada se quedaron satisfechos con el curso del día, que cerró con un dólar a $ 57 y porque los bancos cumplieron con las nuevas pautas.

Macri comenzó la jornada con la reunión de Gabinete, en la cual la mayor parte del tiempo expuso el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza. El Presidente volvió a poner énfasis en ajustar el margen de error y enfocarse en la gestión, dejando de lado los cruces con la oposición hasta la campaña electoral. En esa línea, insistió en dar señales de "estabilidad" y demostrar que el Gobierno tiene el control de la situación.

Además, de la reunión de ayer se desprendió la búsqueda de resaltar las medidas lanzadas desde Hacienda y el Banco Central, y diferenciarlas del cepo al dólar que instauró el kirchnerismo entre 2011 y 2015. Reconocieron que se trata de una decisión "antipática", pero que la consideran necesaria para superar la coyuntura económica. Y valoraron que se priorizó que el pequeño ahorrista pueda seguir refugiándose en el dólar frente a la devaluación, y que dispusiera de sus ahorros.

Mientras, pese a no declarar en público desde el jueves pasado, en el Gobierno aseguran que no buscarán guardar a Macri y que, aunque quizás más moderadas, el Presidente seguirá hablando en los próximos días, en pos de llevar tranquilidad a la sociedad, y garantizando la gestión hasta el fin del mandato, más allá de lo que suceda el 27 de octubre. De eso también se conversó por la tarde en Olivos, donde se reunió la mesa de acción política en la que además de Macri, estuvieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la gobernadora María Eugenia Vidal, el candidato a vicepresidente, Miguel Pichetto, los diputados Lilita Carrió y Mario Negri y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo.

Allí, más allá de mostrar el conformismo con la marcha de los mercados tras medidas anunciadas el domingo, se consideró que los próximos días serán clave para evaluar su funcionamiento en el corto plazo. En esa línea, fuentes del Ejecutivo deslizaron que, junto con la apuesta de llevar tranquilidad para evitar un retiro masivo de los depósitos, la estrategia oficial se concentrará en el objetivo de transmitir cierta moderación de cara a la campaña electoral.