

Argentina apeló la semana pasada un fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa que impide los pagos de vencimientos de bonos Par y Discount emitidos bajo legislación local. El Gobierno busca salvar esos títulos de los embargos que dispuso el magistrado a pedido de los fondos buitre. De lograrlo, quedaría a salvo el Bonar 2024, el último título en dólares que emitió el país.
El martes pasado, los abogados del estudio Cleary Gottlieb, que representan al país, presentaron ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York la apelación al fallo de Griesa del pasado 12 de marzo. Ese día, Griesa falló a favor de NML Capital, Aurelius y los otros litigantes, en el pedido de aclaración que había presentado el Citibank por los bonos en dólares emitidos bajo ley argentina que debía pagar.
Griesa bloqueó esos pagos por considerar que se trataron de bonos de deuda externa que formaron parte del canje y que, por lo tanto, estaban alcanzados por la orden de pari passu, que establece que para pagar la deuda regularizada, Argentina debe saldar el litigio con los fondos buitre, por unos u$s 1800 millones entre capital el intereses. El Gobierno decidió efectuar esos pagos vía Caja de Valores y sólo los cobraron los acreedores con cuentas en el país.
Según afirmaron en el Ministerio de Economía, Argentina repitió en su apelación los argumentos que había presentado ante Griesa.
Primero, que los únicos bonos que tienen protección pari passu según los parámetros del Fiscal Agency Agreement, son los que constituyen deuda externa.
Segundo, que los títulos emitidos bajo ley argentina en divisa extranjera "constituyen deuda interna", y, por lo tanto, "están excluidos de la definición de deuda externa que da el Fiscal Agency Agreement". Esta sería la situación de las series de Discount y Par en discusión, pero también la del Bonar 2024, que Argentina emitió para pagar a Repsol y colocó en el mercado en abril pasado, y el Boden 2015, que vence el 3 de octubre e insumirá u$s 5900 millones.
Tercero, que la orden pari passu de Griesa "hace expresa referencia a bonos del canje" y "los bonos bajo ley argentina no entran en esa categoría". Esos títulos, sin embargo, fueron ofrecidos como parte de las reestructuraciones, tal como marcaron los holdouts en el proceso.
Griesa, en su sentencia del 12 de marzo, afirmó que la orden de pari passu no distinguió entre deuda interna y externa, sino que habló de "exchange bonds" o bonos del canje en general. Y dejó abierta la puerta a incluir al resto de la deuda del país en su cerrojo.
Eso fue lo que pidieron los fondos buitre luego de que Argentina ampliara la emisión de Bonar 2024 para conseguir u$s 1500 millones en abril. Aurelius y NML Capital exigieron al juez bloquear todos los pagos de deuda presente y futura.
Si la Corte de Apelaciones revierte la orden de Griesa, los pagos del Bonar 2024 de septiembre y del Boden 2015 de octubre quedarán a salvo. Y el país podría efectuar nuevas colocaciones de títulos bajo ley argentina.
"El Bonar 24 es un bono que se emitió para afrontar la indemnización de Repsol y no está relacionado con la reestructuración de la deuda, ni con los que ingresaron al canje ni con los holdouts. O sea que es un bono que nada tiene que ver con los buitres. Es decir, que si Griesa se va a arrogar el derecho de interceptar cualquier cobro, en cualquier título, el disparate se vuelve absolutamente descontrolado.
Creo que eso no va a funcionar", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, al diario Tiempo Argentino ayer.














