

El Gobierno finalmente acordó con la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, el otorgamiento de $ 1200 millones para "atender necesidades financieras" de la provincia patagónica, que a su vez se comprometió a realizar una serie de reformas para alcanzar el equilibrio fiscal que le exigía la Rosada.
Tras la primera ayuda de $ 750 millones a través del Banco Nación, la Casa Rosada cerró la negociación con la referente opositora, luego de varios meses de gestiones en Buenos Aires y en la provincia. De la mano del subsecretario de Relaciones con las Provincias, Paulino Caballero, el Gobierno acordó otorgarle un préstamo de $ 1200 millones a la provincia patagónica a través del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que tiene como meta "atender necesidades financieras de la provincia".
Con 12 meses de gracia y 42 de amortización, los fondos llegarán a Santa Cruz mediante desembolsos cada dos meses: $ 400 millones en las próximas 48 horas; $ 250 millones en agosto; $ 250 millones en octubre; y $ 300 millones en diciembre.
"Este acuerdo está condicionado a que logren equilibrio primario en 2019. Santa Cruz, además, se compromete a implementar una política fiscal y un programa financiero que asegure el cumplimiento de las pautas y metas establecidas", señalaron fuentes ejecutivas.
Entre los compromisos que asumió la mandataria santacruceña, en el marco de una profunda crisis social y económica que atraviesa la provincia, se destacan "no efectuar designaciones ni contrataciones de personal en la Administración Pública que impliquen un crecimiento de la dotación" al 1 de enero de 2017; e "implementar un programa de convergencia gradual al equilibrio del resultado primario, a lograrse en un plazo no mayor a dos años".












