El FMI abre el juego a la oposición: qué pasará con el desembolso pendiente

El Gobierno se anticipó al resultado de las elecciones y presentó el sábado una serie de medidas a tomar a partir de este lunes que incluyen la firma de nuevos créditos para reforzar reservas -con la expectativa de mayor volatilidad el lunes- y el armado de un Presupuesto con déficit cero para 2024 como señales al Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene pendiente girar u$s 7500 millones a partir del 21 de agosto. Para los analistas, el escenario que se abrió con la victoria de Javier Milei en las PASO es disruptivo por lo inesperado. Es el candidato que no tiene experiencia de gestión y no tiene el despliegue territorial del peronismo o Juntos por el Cambio. Sergio Massa, que se presentaba como primer candidato más votado en la antesala de la elección, se consolidó como segundo a título individual, aunque Juntos por el Cambio nuclea más votos si se suman los de Patricia Bullrich con Horacio Rodríguez Larreta. El cuadro le otorga un grado de competitividad al oficialismo para intentar llegar al ballottage y eso para algunos analistas del mercado es un incentivo a cumplir con el FMI. La duda está en cómo se alinean las demandas dentro del ex Frente de Todos. La primera señal, de mano de Juan Grabois, fue confirmar que se sumará a la campaña del candidato del oficialismo. En su discurso, Massa apuntó a buscar alianzas. "Resolver el problema con el Fondo, las dificultades de nuestras importaciones y exportaciones y más motores de la economía es fundamental", aseguró en un discurso donde planteó un modelo de desarrollo e inclusión "para ganar en octubre y en noviembre". En su discurso tras el resultado electoral, Javier Milei, el candidato por La Libertad Avanza, planteó que "el déficit fiscal es alto, el endeudamiento es alto. Eso se traduce en defaults. Se a la emisión monetaria y se terminan subiendo los impuestos", una concatenación de ideas que podría considerarse en línea con el pensamiento del Fondo Monetario. Pese a eso, en el mercado advirtieron que puede haber inquietud en Washington DC. No sólo en el organismo sino también en los interlocutores del gobierno de Estados Unidos, que seguramente esperarán conocer de primera mano cuáles son las chances de Massa en lo que se perfila como una elección de tercios. En el organismo tienen previsto aumentar los contactos con los referentes de la oposición de cara a las elecciones de octubre, con el final todavía abierto, la posibilidad de una segunda vuelta y con un oficialismo que apunta a aumentar también la participación. El Gobierno cuenta con que llegará el envío del Fondo. Es necesario para compensar los pagos que se hicieron desde las reservas y los créditos que se tomaron de corto plazo para seguir cumpliendo con los vencimientos y mantener el programa performing. En la previa a las elecciones, el equipo económico acordó un conjunto de medidas para mostrar una senda de cumplimiento con el organismo para que el directorio libere los desembolsos cuando vuelva a reunirse tras el receso de verano. En el núcleo duro de Sergio Massa confían en que llegarán los derechos especiales de giro (DEG) tras haber llegado a un acuerdo con el staff. Hay países que piden mayor dureza el Fondo con la Argentina, pero en los despachos oficiales explican que tener el visto bueno del staff difícilmente se encuentre con una negativa del 'board'. En ese marco, los técnicos hicieron su propio sondeo entre los directores, que hicieron sus propias consultas en las últimas semanas sobre la negociación con la Argentina. Con los resultados de las PASO, en tanto, los representantes del FMI empezarán a aumentar los contactos con los referentes que se afirmaron como contendientes para octubre. El secretario de Hacienda, Raúl Rigo, envió una nota a Massa anticipando el armado del Presupuesto Nacional Plurianual 2024-2026. Esta semana se convocará a los responsables de políticas públicas para generar un presupuesto con déficit cero, una sobrerreacción a lo acordado en la hoja de ruta del Programa de Facilidades Extendidas firmado con el FMI, que preveía un rojo primario de 0,9%/PBI para 2024. Para llegar al equilibrio, la propuesta incluye "una separata que detalle el impacto del gasto tributario en las cuentas públicas". Esto quiere decir, contabilizar la recaudación resignada, o como lo explica Rigo, "el conjunto de reducciones impositivas que disminuyen las obligaciones tributarias de determinados contribuyentes, usualmente grupos empresarios y grandes firmas, lo que provoca una merma en los recursos tributarios públicos". De acuerdo con los datos de Economía, el gasto tributario equivale a 4,5% del PBI. En la separata del Presupuesto 2023, ese ítem ascendía a 2,49% del PIB, dividido en dos componentes principales: los derivados de normas impositivas (1,81% del PBI) y los derivados de Regímenes de Promoción Económica (0,68% del PBI). La otra señal que espera el Fondo es el refuerzo de las reservas. Para esto, el equipo de Massa anticipó que habrá nueva firma de créditos, aunque no son desembolsos inmediatos. En el corto plazo se esperan u$s 500 millones entre el Banco Mundial y el BID, mientras que en líneas generales el total de créditos por u$s 1500 millones.

El FMI abre el juego a la oposición: qué pasará con el desembolso pendiente

Tras el resultado de las PASO, el Gobierno apunta a recibir los u$s 7500 millones pendientes. El lobby y las señales de Massa. El efecto Milei y las dudas desde Washington DC

Patricia Valli

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