El triunfo que consiguió el Gobierno en las elecciones legislativas 2025 trajo un alivio que no se había percibido en las semanas previas a los comicios de medio término.

El mercado estaba inmerso en una suerte de desconfianza absoluta y, por si fuera poco, temía el peor de los desenlaces: que La Libertad Avanza (LLA) volviera a recibir un nuevo revés electoral como el del domingo 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.

Antes de la elección legislativa, el dólar llegó a ubicarse en su máximo histórico ($ 1515) y, además, alcanzó en cuatro oportunidades el techo de la banda de flotación, obligando a que el Banco Central (BCRA) se desprendiera de u$s 1.155,5 millones.

Tras el categórico triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones, el tipo de cambio minorista registró en las jornadas posteriores una caída estrepitosa, aunque el efecto fue de corto plazo. Si bien el mayorista registró ciertos vaivenes en su cotización, hasta el momento la entidad que preside Santiago Bausili no volvió a intervenir en el mercado.

Pese a ello, los economistas se preguntan por cuánto tiempo más persistirá el esquema de bandas o, en su defecto, si se aplicará algún ajuste (modificaciones del piso y techo). ¿Hay lugar para ir hacia una libre flotación?

Para el economista Daniel Artana, el esquema de bandas “podría ser compatible con otro techo de la banda“. Según consideró, el Ejecutivo debería ajustar el pico máximo del actual régimen.

El sistema de bandas es una transición hacia un esquema de flotación [libre]. La banda siempre fue una cosa intermedia. La cuestión es que ese paso intermedio puede llevar años”, señaló en una entrevista con Portfolio Personal de Inversiones (PPI).

Y recordó: “La lógica del esquema de bandas era que la banda se siga ampliando, pero lo que pasa es que el piso de la banda quedó muy bajo y eso fue un defecto original. No parecía razonable que te fueras al piso de la banda”.

Según el economista jefe de FIEL, lo que está por verse es dónde se equilibra el mercado cambiario. Aunque, aclaró que aún es pronto para tener precisiones, dado que el gobierno de Donald Trump puede tener un rol activo o no en la compra-venta de divisas, hubo adelantamiento de exportaciones y de importaciones, y “una dolarización récord de los argentinos; desde personas comprando dólares hasta empresas tomando cobertura”.

Artana entiende que “todo eso va a decantar, en algún momento, y te vas a encontrar con los flujos de oferta y demanda del mercado cambiario”. Y, posiblemente, “esos flujos no están tan mal a $ 1500 como dijo Caputo”.

Dólar y reservas: dos factores con los que debe lidiar el Gobierno, según Artana

El reconocido economista se preguntó qué pasará si el Banco Central tiene que comprar cerca de u$s 1.000 millones por mes, “aproximadamente el 5% de las transacciones del mercado cambiario”.

En ese aspecto, destacó que “por ahí tenés una discusión, no inmediata, de tener que subir fuerte el piso, y también subir el techo de la banda”. Claro está, para ajustar el esquema, se precisa que el tipo de cambio mayorista no supere los límites preestablecidos.

“Eso lo tenés que hacer mientras estés dentro de la banda. La otra opción es liberar, pero sin reservas o con reservas netas negativas es bastante arriesgado”, sostuvo.

Sin embargo, remarcó que el swap, un intercambio de monedas -u$s 20.000 millones- que firmó Argentina con Estados Unidos, podría ser una buena alternativa hasta que el Gobierno pueda acumular divisas y tener reservas netas positivas.

Lo que estaba previsto en el acuerdo con el FMI era más o menos u$s 1.000 millones por mes. Para ir a un número de u$s 10.000 millones [reservas netas positivas], ya llegaste al final de la gestión del Presidente. El swap te sirve como una alternativa si querés ir a un esquema de flotación libre o administrada, pero sin bandas”, cerró.