El ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, comenzó ayer a ser juzgado por su presunta responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012, ante el Tribunal Oral Federal N´ 4, en Comodoro Py.

El diputado, al que el Congreso intentó sin éxito remover sus fueros, se mostró con el semblante adusto y en todo momento dirigió su mirada a los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñiguez, para esquivar de ese modo a los familiares de las 51 víctimas fatales. De Vido estuvo acompañado por su abogado, Maximiliano Rusconi, designado en el transcurso de esta semana, luego de que toda su defensa renunciara.

Antes de comparecer, el legislador del FPV reiteró, a través de un comunicado, que era "inocente", y cargó la responsabilidad en el maquinista de la formación, Marcos Córdoba, condenado en el juicio previo, realizado en 2015, a tres años y medio de prisión. En ese mismo proceso fueron condenados los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi (6 y 8 años de prisión, respectivamente), y el empresario Sergio Cirigliano (9 años).

El ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner permaneció alrededor de cinco horas en el tribunal, y al salir, lo hizo desde del subsuelo del edificio de los tribunales federales, para evitar un escrache. De Vido tendrá que visitar los tribunales federales para declarar en varios expedientes más que lo siguen. Su próxima visita será el 3 de octubre, cuando declarará por el supuesto pago de sobreprecios en la compra de GNL. El diputado está procesado en cinco expedientes por su desempeño como ministro de Planificación Federal de 2003 a 2015.