

Estar vacunado ya no será un privilegio pero tendrá sus privilegios. En sintonía con lo anunciado por Emmanuel Macron en Francia, si bien no argumentan que haya un problema doméstico extendido con "la cultura de la vacunación", el gobernador Axel Kicillof anunció que se ampliarán los aforos en lugares cerrados, en las distintas fases que administran las restricciones bonaerenses, con un 20% extra con personas que demuestren estar vacunadas.
"Hay tres formas: la app del celular, el Vacunate Buenos Aires, una aplicación nacional "Mi Argentina", y la más tradicional, que es el carnet de vacunación", especificó Kicillof sobre cómo será la comprobación de cumplimiento. Fue en una conferencia sobre la situación epidemiológica junto al jefe de Gabinete Carlos Bianco y el ministro de Salud, Daniel Gollán.
A falta aún del decreto con más detalles, por ejemplo, en un distrito bajo Fase 4 con lugares cerrados que permiten un aforo del 50%, se sumará otro 20% con vacunados. No será, prometen, una medida prohibitiva: o sea, que no podrán ingresar los no inmunizados.
La letra chica: para ingresar a los establecimientos, no sólo deberán estar inoculados con al menos una dosis, también deberán haber pasado 21 días desde su aplicación para la generación de anticuerpos.
"Hay dos elementos en esta decisión, primero reconocer la mayor protección de quien está vacunados; y segundo, un reconocimiento a los que se vacunaron", justificó el mandatario. "Ha habido muchos países donde hubo resistencia a la vacunación, acá tuvimos una campaña contra la vacuna que fue lapidariamente derrotada", agregó.
Ahora bien, admitió Kicillof: "Todavía quedan quienes no quieren vacunarse, porque escucharon a tal referente o comunicador que la vacuna era venenosa".
Desde la gobernación remarcan que la medida, a diferencia de la francesa con la reproche de Macron, busca ser positiva y no negativa. "Nuestra idea es darle más beneficios a los vacunados", esgrimen.










