Todavía no se llevaron a cabo las PASO y ya es posible decir que Bertie Benegas Lynch va a ser diputado nacional a partir del 10 de diciembre. Ocupará por primera vez en su vida un cargo por fuera del sector privado, mayormente bancario, el cual, alega, le costó dejar y le gustaría volver una vez que finalice su etapa en la política. Mantiene un vínculo muy cercano conJavier Milei, quien le pidió expresamente ser el primero en esa boleta en la provincia de Buenos Aires.

Se conocen desde hace años, aunque no de toda la vida. El nexo que dio origen a su relación fue por su padre: el precandidato a presidente de La Libertad Avanza es devoto de las obras de Alberto Benegas Lynch (h.), a quien considera como la figura más importante del liberalismo y lo cita en cuanto discurso tenga delante. "Empezamos hablando por Twitter y pasamos a una relación bastante fuerte", sintetiza. Reconoce diferencias entre ambos sobre conceptos mínimos, pero resalta que coinciden en "la defensa de la vida, la libertad y la propiedad y la igualdad ante la ley".

Bertie se considera liberal. Remarca que en Estados Unidos ese concepto terminó siendo bastardeado "por los izquierdistas", pero que en Argentina mantiene cierta esencia. Al preguntarle por referentes políticos opta por Ronald Reagan y Margaret Thatcher en el plano internacional y reconoce buenas gestiones de Carlos Pellegrini y Marcelo Torcuato de Alvear. Sin embargo, resalta que desde 1983 en adelante no ha encontrado político que lo identifique más que Javier Milei, el mismo con el que compartirá lista sábana para los casi 13 millones de electores bonaerenses.

Bertie Benegas Lynch trabajó 10 años para Banco Santander de Argentina en la Banca Comercial y 12 años como director general de Universia Argentina, empresa subsidiaria de Universia Holding del Grupo Santander de España. Para Universia Holding de España tuvo a cargo la Dirección Corporativa de Comunicaciones para toda Iberoamérica, región que comprendía 23 países. Es egresado del PEACS de ESEADE y de la Maestría en Economía y Administración de Empresas con diploma de honor.

- ¿Cómo le propuso Milei ser precandidato a diputado nacional?

- Él me llamó un fin de semana y me dijo que quería que sea cabeza de lista. Me sonaba que el llamado podía venir porque lo habíamos hablado en otros momentos. Yo lo único que hubiera vetado era postularme a algo que no me sintiera con las competencias para tomar ese lugar.

- ¿Se refiere a un cargo ministerial? ¿A Gobernador?

- Más específicamente de Intendente. Esa cosa de gestionar... es muy desgastante, que también es a nivel personal. Pero creo también que hay que acompañarlo a Javier, necesita estructura, gente cercana que comparta los mismos ideales y tirarle el carro. Él metió una inercia cultural tan fenomenal que esta candidatura es un deber moral que me toca.

- ¿Qué significa Javier Milei para el proceso en el cual forma parte?

- Es la inercia liberal-libertaria, la batalla cultural, que como yo siempre digo, nunca termina. El momento que creemos que terminó es el momento donde empezamos a perder terreno. Mientras que un político hace un acto proselitista para adjudicarse sus logros, Javier te da una clase de economía o un mensaje filosófico que tiene como concepto principal el de 'despertar leones y no guiar corderos', algo que es muy distinto al respecto de otras propuestas. Sintetiza el paradigma que brega por sacar la bota opresora del Estado y para que nos permitan darle forma a nuestra vida y usar nuestro patrimonio como mejor presupuesto.

- ¿El liberalismo comprendió finalmente que la discusión había que darla en el terreno de la política?

- Yo creo que sí, son dos funciones: una es la batalla cultural y el mundo de las ideas, pero la otra es que nos pudimos involucrar en la política, pero ese salto se hizo en gran medida gracias a Javier. Ahora, se ha visto la dificultad en los últimos meses de lo que es organizar una estructura para, bueno, buscar los que requieren las diferentes elecciones, las diferentes provincias a los diferentes niveles, ya sean municipales, provinciales o nacionales.

- Se conocieron casos de denuncias en los últimos tiempos dentro del armado, ¿tiene miedo que el discurso anticasta de su espacio se manche en la medida que avanzan en la política?

- Para lo que es un armado de dos años a nivel nacional, con los miles de cargos que eso implica... claramente que puede haber matices en términos intelectuales. A mí me parece que lo mejor es identificar el quién es quién, la política también se va a depurar y va a ser más fina en el ideario que estamos impulsando y que lidera Javier Milei.

- ¿Y no piensa que el pragmatismo a veces genera mayores avances políticos que el purismo que a veces parece profesar Milei?

- Yo veo que Javier tiene dos comandos: uno es su lado filosófico que nos da una guía hacia dónde vamos, esa es la parte que no hay que negociar y no hay que ser pragmático con eso. Ahora, él sabe que estamos condicionados en la actualidad, estamos en el quinto subsuelo del infierno, con lo cual él habla de tener en cuenta la secuencialidad de las reformas, porque si no la bomba te explota a vos. Entonces, quizás primero vamos al ajuste, pero focalizado en la política y así secuencialmente en un conjunto de reformas de diversas generaciones para ir bajando el gasto, por ejemplo.

- Es seguro que va a entrar a la Cámara de Diputados, ¿cuáles son las propuestas que impulsaría cuando asuma?

- En principio, quiero que el Poder Legislativo esté del lado de la gente y sea un contralor del Ejecutivo para que no pase los límites y hacer valer la Constitución. Hasta ahora han sido cómplices del Ejecutivo: todo es controlar, regular, si surge algo de innovación decir no... es invivible. Más que proponer proyectos, quiero derogar leyes. Yo creo que, con una venda en los ojos, si tuvieras el mapa de todas las legislaciones de los últimos años, haces así y le estás pegando seguro a una que afecta a la vida, la libertad o la propiedad de los ciudadanos. Llevándolo a un extremo, las dietas se deberían de cobrar en la medida que los senadores y los diputados deroguen leyes. Porque viste que en la carta de presentación de los legisladores te dicen 'yo presenté el año pasado 140 proyectos de ley' ¡Es un horror! Tenemos una inflación legislativa que es preferible decir, no, quédate en tu casa, tal vez te sale más barato que otra ley creada.

- ¿Qué va a hacer con su dieta de Diputado?

- Me gustaría proponer que sea un ingreso part-time.

- ¿Donar la mitad?

- No, no. Que el Congreso nos pague part-time y que baje lo que hoy están pagando full time porque no es un laburo de esas características. La dinámica de trabajo de los congresistas y sus asesoras es de part-time. Yo consideré el tema de sortear la dieta como Javier. El tema es que él da una conferencia y le pagan 20.000 dólares, a mí no pagan por hablar así, ¿de qué vivo si no? Porque también se cierran el grifo para tener ingresos por vías privadas. Yo estoy haciendo dos laburos privados que voy a tener que dejar cuando empiece con la política. Con lo cual también es un costo en el tema de ingresar a la política porque se te cierran las puertas y está todo preparado para que seas un parásito. Habría que abrir la posibilidad de que se pueda también trabajar en la esfera privada, con lo cual sería un excelente ejercicio para tipos que vivieron siempre en el Estado. Esa inmersión también le sirve para que cuando tenga que legislar se dé en cuenta lo que está sintiendo el ciudadano. Si el tipo quiere mantener su nivel de vida, que vaya al mercado y no con plata del contribuyente para hacer nada.

- Seguramente cuando asuma va a estar dentro de un bloque de segunda o tercera minoría. ¿Cree en que vas a poder consensuar con bloques de distinta ideología a la tuya?

- Con la inercia que viene en el Poder Legislativo, estoy seguro de que todas las leyes que se quieran promulgar son catastróficas, por lo cual veo muy difícil que presenten algo bueno y que no perjudique a los ciudadanos.

- ¿Qué piensa del rol del Estado? ¿En qué esferas de la vida debe tener injerencia?

- Yo siempre remito al concepto de Jorge García Venturini, que era un filósofo que rescataba el concepto del 'bien común' un término que se lo había apropiado el colectivismo en el cual aspiraban a que todos cediéramos un poco para ganar. Él dice 'no, el bien común en realidad es el bien que nos es común a todos y es que nos respetemos'. Yo voy en esa línea. Ahora, ¿a qué puede aspirar Argentina? No creo que, a corto plazo, pero solamente a seguridad y justicia pública.

- Un estudio reciente de Pulsar.UBA consignó que más de la mitad de los eventuales votantes de La Libertad Avanza creyeron 'necesario relegar un poco de libertad para que se puede combatir al narcotráfico'. ¿Está de acuerdo con la premisa de relegar libertad? ¿Es innegociable? ¿Qué le genera que más de la mitad haya marcado esto?

- Me hace acordar al caso de Estados Unidos con el 9-11, que justamente terminó configurando una actitud particular del Estado hacia el tema de seguridad a raíz de que George W. Bush puso el Patriot Act, que le permitió al gobierno realizar escuchas telefónicas, de estar con las cámaras en todos lados... me parece que esa fue la victoria de Bin Laden, no tirar las Torres Gemelas, sino que fue un impulso para socavar los principios justamente de Estados Unidos, que se autofagocitó, digamos, desde esa cosa. Si me preguntás a mí, yo no resigno la libertad o la seguridad por nada.

- ¿Qué expectativas tiene acerca de cómo le va a ir a La Libertad Avanza en su conjunto y, particularmente, de Javier Milei?

- Estoy convencido que Javier va a ser Presidente de la Argentina. Creo que la gente está esperando para reventar las urnas en las nacionales. Lo que me ilusiona es que la gente empieza ya no identifica a Javier como su persona sino con sus ideas, lo cual me parece un avance importantísimo de nuestra batalla cultural. Nosotros del Congreso aportaremos nuestra parte. Y si no llega a hacer el caso, bueno, la verdad que uno dice 'en un año Javier se sentó con Victoria Villarruel, está Carolina Píparo y va a tener muchos diputados más a partir del 10 de diciembre como Diana Mondino, Sandra Pettovello, Guillermo Montenegro, Marcela Pagano y otros más que si no entran algunos ahora, van a entrar de acá a dos años. Es algo muy esperanzador.