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Los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) cancelaron el festejo por el Día de la Industria, que iban a realizar este 2 de septiembre en la ciudad de Neuquén. En cambio, reconvirtieron el acto en un enérgico repudio contra el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

"Repudio, preocupación, condena y sorpresa" fueron las palabras que eligió el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, que apuró la terminación del evento para volver de urgencia a Buenos Aires; fue convocado por el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, para participar hoy a las 16 de una reunión de condena a la violencia junto a sindicalistas y organizaciones de Derechos Humanos.
Así, el abogado corporativo fue el encargado de verbalizar la posición del sector fabril, que repitieron distintos ejecutivos en los pasillos de una carpa montada sobre las instalaciones de la empresa de servicios petroleros Quintana WellPro, en el parque industrial situado en las afueras de la capital neuquina.
"Lo de ayer fue un salto al pasado. Esperamos que no sea un salto al vacío", complementó Funes de Rioja.
la sorpresa por el ataque
Los industriales fueron sorprendidos anoche por el intento de magnicidio a la ex presidenta mientras cenaban en el coqueto restaurante La Toscana.

El clima de angustia por un "ataque a la democracia y la estabilidad institucional", como calificaron los empresarios, opacó lo que iba a ser la celebración junto al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y la narración de las posibilidades que ofrece Vaca Muerta para el crecimiento de la industria.
Más allá de la grieta política y social que divide las opiniones y comportamientos en el país desde la "crisis del campo" por la Resolución 125 de 2008, los industriales no dudaron en unificar un relato contra la violencia y en favor de la paz social y la construcción de "consenso".

Este reclamo también fue común en las gremiales empresarias como el Foro de Convergencia Empresarial (FCE) y el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), además de otras entidades como la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
Tal como anticipó ayer El Cronista, la industria se preparaba para recibir al presidente Alberto Fernández y describir sus preocupaciones por la macroeconomía: la inflación, las tasas de interés al 100% y el cepo a las importaciones, que pegarán duro en la actividad en este segundo semestre.
Pero todo eso quedó en la nada. No era el momento. Luis Betnaza, director del Grupo Techint, señaló: "Es una locura pensar que se trata de un hecho político".
"Para mí se trata de un delirante que, por suerte, no fue más lejos. La Argentina está crispada y tiene un nivel de complejidad tan alto que cualquier ruido complica", expresó. Ante la consulta de este diario sobre un posible impacto en el valor de las empresas de una eventual escalada de violencia y desorden social, los directivos consideraron que es temprano para saberlo, pero marcaron que hoy los ADR argentinos estaban en alza en Wall Street.
Y Carolina Castro, la primera mujer en integrar el directorio de la Unión Industrial, asimiló el intento de homicidio a Cristina Kirchner con sucesos trágicos del país, que no deberían volver a suceder.
Enviado especial a Neuquén














