

El Gobierno puso formalmente en marcha el plan ideado por los ahora ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolas Dujovne, y presidente del Banco Central, Luis Caputo, para reemplazar, sin que medie un canje, las Letras del Banco Central por deuda tomada por el Tesoro nacional y desarmar así la “bola de nieve que se venía gestando con las Lebac.
El Gobierno oficializó que, tal como estaba previsto, usará una buena parte de los 4000 millones de dólares que recaudó este lunescon la licitación del nuevo “bono en moneda dual y el Bono del Tesoro (BOTE) en pesos 2020 para recomprar letras intransferibles que hoy están en poder de la entidad monetaria.
Al valor que se tomó para el dólar, entre los dos bonos licitados el Gobierno tomó del mercado alrededor de 100.000 millones de pesos. Según precisó un comunicado del recién reunificado Ministerio de Hacienda y Finanzas, utilizarán $ 67.552 millones (algo más de u$s 2000 millones, aproximadamente el 60% de la que juntaron) para empezar a recomprar la deuda del Tesoro que tiene en su poder el Banco Central.
Operación recompra
“Con esta transacción se inicia un proceso de recompra de letras intransferibles que tiene como objetivo fortalecer la hoja de balance del Banco Central de la República Argentina , apunta el comunicado. “Este proceso busca proveer al Banco Central de mejores herramientas para ejecutar la política monetaria y así lograr reducir la inflación , añade el texto.
El plan es que los fondos que ingresen al Banco Central por la recompra de las letras intransferibles le sirvan a la entidad monetaria para que, a su vez, pueda salir al mercado a recomprar Lebac y fortalecer la hoja de balance del organismo, uno de los pilares del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Según explicó en su momento Caputo, la maniobra tendría un efecto monetario nulo ya que no incrementaría la base monetaria porque los pesos van de los privados al Tesoro, de allí al Banco Central y de ese organismo a los tenedores del Lebac.
Lo que cambia, en todo caso, es quién está endeudado con quién: con las letras instransferibles, el Tesoro tiene una deuda con el Central que, a su vez, tiene una deuda con los tenedores de Lebac. En tanto se reducen una y otra mientras se amplían los bonos, los inversores pasan a ser directamente acreedores del Tesoro, a plazos más largos.
“La idea de ellos es ir sacando las Lebac del poder del público y que el financiamiento esté en cabeza del Tesoro", comentó Miguel Kiguel, quien, junto con Daniel Artana, Miguel Ángel Broda y Eduardo Levy Yeyati, participó en una reunión que mantuvieron Caputo y su número dos, Gustavo Cañonero para explicar el mecanismo.













