

Dentro del esquema de medidas que planea implementar el futuro ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, (que incluye un hondo recorte de subsidios a la luz y el gas) también está contemplada la idea de sostener para las petroleras un precio diferencial del barril interno de petróleo, que en la Argentina hoy se ubica por encima de las referencias internacionales. El ex presidente de Shell se tomó una hora de su ocupado tiempo previo a su asunción para transmitirle la intención al senador y sindicalista Guillermo Pereyra en una reunión informal que mantuvieron a solas ayer en Buenos Aires. Allí le adelantó que "habrá algunas correcciones" y nada se decidirá "sin el consenso de las provincias productoras de hidrocarburos, empresas y trabajadores". Pereyra relató a El Cronista que entre los temas que trataron, hablaron también "de minería; del déficit energético y del compromiso de seguir trabajando para reducirlo; de la estructura interna YPF; y de las pequeñas refinerías que acordamos que serán convocadas una vez nombrado el Secretario de Combustibles".
El acuerdo de precios vence el 31 de diciembre. Un año atrás, impulsado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el CEO de la estatal YPF, Miguel Galuccio, todos los eslabones de la cadena petrolera acordaron de manera implícita un plan para moderar los efectos de la caída internacional del precio del crudo sobre la actividad. Decidieron que el petróleo denominado Medanito se ubique en u$s 77, mientras que el Escalante cotice a u$s 61. Al cierre de ayer en EE.UU. el barril terminó cerca de u$s 42 y en Europa rondó los u$s 45.
Mucho antes de saber los resultados electorales, Aranguren ya había anticipado su postura sobre el asunto.
En agosto, frente a un puñado de empresarios sostuvo que "a fin de año el nuevo gobierno deberá sentarse otra vez con los gremios y empresarios del sector para acordar otro pacto social" pero que "quien gobierne tendrá que rubricar un precio diferencial por escrito con revisión semestral, por ejemplo, para sostener los ingresos y la actividad laboral". En ese mismo momento, sin embargo, remarcó que "las inversiones no vienen por precio, sino por estabilidad interna". Lo que no definió públicamente todavía es cómo seguirán solventando este esquema, que está financiado por la suba de precios de los combustibles cada vez que los automovilistas llenan sus tanques.
El legislador por el MPN, por otra parte, le anticipó a Aranguren que frenará en el Senado el tratamiento del proyecto de la mina de carbón en Río Turbio, que aprobó en Diputados el kircherismo la semana pasada. Lo hará sin convocar hoy la reunión de la Comisión de Energía y Minería, que él preside.













