

Al cumplirse dos años exactos del inicio de mandato, el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Kirchner, volverán a aparecer en escena para restañar el brillo de la alianza política que los llevó a la conducción del país, pero que se vio seriamente comprometida con el desgaste de la administración cotidiana en medio de la pandemia, las diferencias sobre el rumbo de la gestión, y el duro revés que significó la derrota en las elecciones legislativas.
Este 10 de diciembre, al cumplirse 38 años de la recuperación del orden constitucional, el Gobierno desplegará un "festival de la democracia" que pretende recuperar las jornadas festivas organizadas durante los años del kirchnerismo. Organizaciones sociales, políticas y sindicales están embarcadas en los preparativos, al igual que las principales figuras del equipo chico del Presidente.
En Plaza de Mayo, Alberto Fernández volverá a mostrarse junto a la vice y los acompañará allí Luiz Inácio "Lula" Da Silva, que viene de realizar una gira por Europa y se prepara para competir por la presidencia del Brasil el próximo año.
Como instaló en campaña, el 10 de diciembre quiere ser para el presidente un momento bisagra, que le ponga fin a una etapa tumultuosa de su gestión, signada por las restricciones sanitarias impuestas en el marco de la pandemia, y así relanzar la segunda mitad del cuatrienio, mientras se avanza para intentar cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que volvió a referirse en estas horas.
Fernández sostuvo este miércoles que el país no quiere "salir del mundo ni incumplir" sus obligaciones con el FMI, y dijo estar convencido de que "la única forma de poder pagar y de poder crecer es a través de un desarrollo armónico", ya que un ajuste deja "afuera a millones de argentinos y los números cierran, pero lo que no cierra es la vida de los argentinos, que siguen padeciendo".
Al participar del Gzero Summit Latin America 2021, un foro de debate sobre los desafíos y oportunidades geopolíticas de la región en el contexto de la pandemia, el primer mandatario afirmó estar "muy seguro" respecto del rumbo que deben tomar las mencionadas negociaciones con el FMI y tener la certeza de que es "el mismo que quiere" la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Precisamente la postal de unidad que se intentará visibilizar el viernes, con el apoyo de Cristina, procura devolverle centralidad al titular del Poder Ejecutivo, que se mostró dispuesto -y en parte, obligado- a reconfigurar las relaciones de poder dentro de su gobierno tras los resultados adversos en las primarias de septiembre.
Con la necesidad de consensuar con más actores a la hora de actuar, Fernández igualmente se recuesta cada vez más en una "mesa chica" que integran el canciller Santiago Cafiero, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; y el titular de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, con quienes se encuentra cada lunes, y donde suma a veces al jefe de gabinete, Juan Manzur, y a Jorge Ferraresi, de Hábitat.













