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La decisión de grabar las compras al exterior con el Impuesto PAIS junto a la reducción de la Capacidad Económica Financiera (CEF) que afectó a grandes como pequeñas y medianas empresas en todo el país, generó un estallido de quejas en el sector productivo en las últimas 48 horas.
Lejos de "aflojar", con el anuncio del pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la ampliación del segundo tramo del swap, como esperaban, las restricciones a las importaciones se agudizaron en el inicio del segundo semestre y encendieron una alerta.
El reclamo, lo canalizó la Unión Industrial Argentina (UIA), este miércoles, a través de un comunicado donde alertó sobre el impacto de las últimas medidas económicas y propuso a las autoridades avanzar en "modificaciones y aclaraciones" y eximir del impuesto PAIS a las importaciones temporarias en su conjunto.
En especial, la entidad apuntó al decreto 377 y sus normas complementarias, que "han generado un grave impacto en la operatoria de la industria argentina".
En ese sentido, explicó que las alteraciones en los sistemas de Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior (CCUCE) y en la determinación de la Capacidad Económica Financiera (CEF), ocurrida en los últimos días, "sumó aún más dificultades a la operatoria diaria de las empresas, en especial en las pequeñas y medianas".
"Resulta primordial eximir del impuesto PAIS a las importaciones temporarias en su conjunto, para no afectar la competitividad argentina y la generación de divisas comerciales genuinas", refleja el comunicado de Prensa.
La UIA consideró que las medidas dispuestas poseen un sesgo "muy adverso" para las cadenas de valor exportadoras
La UIA consideró que las medidas dispuestas poseen un sesgo "muy adverso" para las cadenas de valor exportadoras, en la medida que las importaciones temporarias no queden eximidas en todo el universo de insumos y bienes intermedios que requiere la producción de la oferta exportable de bienes industriales y alimentos elaborados.

Como consecuencia, alertó que "se va a generar en muchos casos una pérdida económica tal que atenta contra la continuidad productiva, con la consecuente caída de las exportaciones, la pérdida de mercados externos, paradas de líneas de producción y de puestos de trabajo".
Al límite
El reclamo cobró fuerza con la declaración de la UIA, sin embargo, ocupa la atención del sector de comercio exterior desde los últimos días cuando comenzaron a ver reflejado en el sistema $1 en la Capacidad Económica Financiera (CEF), un algoritmo que utiliza la AFIP para determinar las posibilidades de financiar importaciones.
"Los cambios impactan en empresas grandes, pequeñas y medianas que no pueden oficializar SIRA ni SIRASE porque tienen CEF cero", contó Federico Rodríguez, titular de la Federación de exportadores (FECACERA).
"Se pone en límite de ruptura muchos procesos y entramados industriales que ya venían jaqueados y se van a ver más limitados".
En tanto, sobre el nuevo tributo sobre el comercio exterior, Rodríguez advirtió que "la medida se torna inocua en la medida que no se aprueban SIRAs nuevas: al no generar pagos nuevos no se aumenta la recaudación y en contraste se generan inflación; se frena el ingreso de divisas que es lo que necesita el país y se agrava la situación de parálisis que tiene el comercio exterior".
Canasta básica
La central industrial también solicitó que se reglamente lo antes posible y/o se aclare que la exención del impuesto PAIS para insumos y bienes intermedios vinculados directamente a los productos de la canasta básica alimentaria y para bienes relacionados a la generación de energía, contemple todo su universo.
En cuanto a los productos de la canasta básica, la UIA solicitó que también se eximan del impuesto PAIS a aquellos que se enmarcan en el acuerdo de "Precios Justos", ya que su gravabilidad generará un incremento de costos que impedirá sostener los compromisos asumidos oportunamente.
La UIA advirtió también que, con la vigencia del Decreto 377/2023, las empresas están sufriendo débitos indebidos del impuesto PAÍS por parte de los bancos comerciales y/o del pago a cuenta establecido por AFIP en la Resolución General 5393/2023, que generan una presión fiscal mayor sobre actividades eximidas por el Decreto N°377/2023, generando un aumento de costos en dichas cadenas productivas con su correspondiente impacto inflacionario.
Al mismo tiempo, los industriales señalan que este impuesto "altera retroactivamente" el pago de contratos de importaciones y servicios que habían sido pautados con anterioridad y ya aprobados (SIRAs y SIRASEs) pero que por la calendarización que plantea el sistema para el giro de divisas se pagan a 60/90/120/180 y hasta 365 días, lo que sumando a las dificultades operativas está generando problemas económicos a muchas empresas y demoras y/o incumplimientos con proveedores del exterior.
"Todo esto se da en un marco donde se multiplican los problemas para el giro de divisas al exterior tanto para bienes y servicios vinculada con la producción donde la aprobación de SIRAS y SIRASES resulta cada vez más difícil de obtener", destaca el texto y explica que "es clave generar los mecanismos pertinentes para darle la mayor celeridad posible a insumos críticos, bienes intermedios y repuestos para bienes de capital".













