

En lo que parece ser una nueva apuesta comunicacional, el gobierno de Javier Milei decidió llevar la euforia post electoral a un nivel casi teatral. Una semana después del resonante triunfo del 26 de octubre -que pretende dejar atrás los sinsabores de la derrota bonaerense del 7 de septiembre-, el Presidente entró esta mañana al Salón Eva Perón para la reunión de gabinete con una puesta en escena que incluyó música, abrazos y frases cargadas de afecto.

El video oficial lo muestra entrando al grito de su ya clásica frase “hola a todos...”, con esa voz grave que suele usar en actos, mientras suena I Got You (I Feel Good), el himno funk que James Brown popularizó en 1965. Lo sigue su hermana Karina Milei, y a partir de ahí se despliega una secuencia de saludos que va desde el sobrio apretón con Mariano Cúneo Libarona -cuyo cargo estuvo en discusión en los últimos días- hasta el efusivo “¿cómo andás, cerebro?” dirigido a María Ibarzabal Murphy, de Legal y Técnica.
El momento más impresionante llega con Luis Petri, ministro de Defensa, en un abrazo que se convierte en festejo deportivo: ambos toman carrera -literal- y saltan y casi se golpean el pecho como si acabaran de ganar un campeonato. Antes hubo chistes sobre el protocolo, un “qué hacés” sobreactuado para Manuel Adorni -nuevo jefe de Gabinete en reemplazo de Guillermo Francos- y un “¡bienvenido!” a Diego Santilli, flamante ministro del Interior tras su sorpresivo triunfo electoral en Buenos Aires.
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Daniela Mozetic

Más allá de la música y la sonrisa permanente, lo que llama la atención es el sobregiro afectivo: abrazos largos, y frases encendidas dirigidas a personas con las que comparte el día a día en la gestión. Varios de ellos, de hecho, lo ven más de una vez por jornada, pero el saludo parece el de alguien que se reencuentra después de años. Una escenificación que, por lo exagerada, difícilmente sea casual .
Esta no es la primera vez que Milei recurre a esta estética de abrazos y gestos efusivos. Hace apenas unos días, cuando recibió a los gobernadores en la Casa Rosada, en el video enviado por Presidencia se lo vio igual de expansivo en su ingreso al salón: saludos largos, cruces afectuosos y comentarios elogiosos que desentonan con la formalidad habitual de este tipo de encuentros. Sin música de fondo, pero con la misma intención de transmitir cercanía y unidad.

¿Por qué James Brown? La elección musical no parece casual. I Got You es perfecta para transmitir unidad, optimismo y esa sensación de “me siento bien” que repite la letra. James Brown repite “So good, so good” como quien celebra una certeza, y el “I got you” funciona más allá de lo físico: es la idea de tener lo que completa, lo que da confianza. Incluso la metáfora “sugar and spice” refuerza esa sensación de bienestar, mezclando dulzura y picante para transmitir plenitud y euforia.
Aunque, como pasó otras veces, el perfil ideológico del artista no encaja del todo con el gobierno libertario. Brown fue un ícono del orgullo afroamericano y del movimiento por los derechos civiles, cercano a agendas que hoy se etiquetarían como inclusivas. Pero también defendía la autosuperación, el trabajo duro y el orden social, lo que lo vuelve difícil de encasillar y menos incompatible que otros casos.
Daniela Romero


Contrario, o no, a aquello de que “toda ética tiene su estética”, ejemplos de incompatibilidad sobran: en el streaming libertario Carajo se celebró el apoyo de Donald Trump con Born in the U.S.A., un tema de Bruce Springsteen que es crítico y anti-guerra. Y en los actos Milei se sube al escenario con Panic Show de La Renga, banda que en su momento acompañó expresiones piqueteras y hasta trostkistas.
En este contexto, la sobreactuación afectiva y la banda sonora parecen responder a algo más que espontaneidad: una narrativa calculada para mostrar cohesión y energía en medio de tensiones internas. El fin de semana había arrancado con nubarrones tras las críticas de Mauricio Macri a la designación de Adorni, deslizando que su candidato era Horacio Marín, CEO de YPF. A una semana del triunfo electoral, la imagen que el gobierno eligió proyectar es la opuesta: abrazos, sonrisas y James Brown sonando de fondo: "Me siento bien, sabía que me sentiría bien..."












