

Organizaciones sociales y partidos de izquierda reivindicaron hoy a los 36 caídos durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, con un acto en Plaza de Mayo en el que pideron el “no pago de la deuda externa” y rechazaron la “criminalización de la protesta social”.
La manifestación se desarrolló con consignas que recordaron a los fallecidos en la revuelta, reivindicaron sus reclamos históricos, cuestionaron algunas medidas del actual Gobierno nacional, como la quita de los subsidios y el impulso a la ley antiterrorista, y pidieron por el esclarecimiento del crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
A media tarde, los distintos sectores llegaron con banderas y pancartas en el Congreso, el Obelisco, el ministerio de Desarrollo Social y la Avenida 9 de Julio para luego confluir en la Plaza de Mayo, donde se realizó un acto en el que hubo lugar para múltiples reclamos.
La columna estuvo encabezada por los diputados de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas; del Frente Amplio Progresista (FAP), Victoria Donda; y los dirigentes, Humberto Tumini (Libres del Sur), Marcelo Ramal, Néstor Pitrola y Jorge Altamira (Partido Obrero), Christian Castillo (PTS) y Vilma Ripoll (MST), entre otros.
“Estamos recordando un hecho que va a tener gran implicancia en el futuro, el pueblo argentino decidió ejercer su derecho de revocatoria que no está en la Constitución Nacional”, analizó en el ex candidato presidencial Jorge Altamira, quien advirtió al Gobierno que “no olviden que es un derecho que ya nos apropiamos”.
Solanas, por su parte, señaló que la convocatoria fue para “homenajear a los caídos y reiterar consignas que ya estaban hace diez años, como el repudio al capitalismo financiero global que se habían robado los depósitos”, recordó el cineasta.
Mientras avanzaban las columnas para confluir en la Plaza, desde el escenario se reiteraban consignas en contra de un “tarifazo” del Gobierno nacional a través del aumento de los servicios, el rechazo a la ley antiterrorista y un respaldo a “la lucha de los indignados del mundo”.
En ese contexto, Ripoll y Bodart afirmaron que “a diez años del “Argentinazo” y ocho de gobierno kirchnerista, las causas estructurales que originaron la rebelión popular no se han revertido. Con la llegada de la crisis capitalista internacional y las medidas de ajuste anunciadas por Cristina (Fernández), más temprano que tarde se repetirán acontecimientos como los de 2001”.
Desde el escenario, montado sobre un acoplado, se dio lectura a un documento consensuado por todas las agrupaciones convocantes, en el que se reivindicó a los 36 manifestantes asesinados entre el 19 y 20 de diciembre de 2001 en todo el país por las fuerzas de seguridad.
El documento reclamó además por la aparición con vida del albañil Jorge Julio López y el “juicio y castigo” para los responsables de los asesinatos del militante del PO, Mariano Ferreyra; el integrante del Mocase, Cristian Ferreyra, en Santiago del Estero; y de integrantes de la comunidad qom de Formosa.
Desde el escenario montado a espaldas de la Casa Rosada, a la altura de la Pirámide de Mayo se reclamó al gobierno nacional, entre otras cuestiones, también se hizo una mención de solidaridad con la lucha que llevan adelante los “indignados” en diferentes países de Europa, Estados Unidos, Africa y Medio Oriente, en el marco de la crisis financiera internacional.
La marcha, que comenzó con la quema de cubiertas en la esquina de Avenida de Mayo y 9 de Julio, mezcló a militantes sociales con referentes de centros de estudiantes universitarios, gremiales que, en muchos casos, concurrieron con niños y cochecitos con bebés que transitaban su primera experiencia en la protesta social.
Durante la movilización, hubo una escasa presencia policial que se limitó a permanecer en las inmediaciones de la Plaza y los propios manifestantes fueron los encargados de realizar los cortes de tránsito a medida que avanzaban los distintos grupos hacia la Casa de Gobierno.
Sobre el final, manifestantes prendieron fuego el árbol de Navidad que hace solo unos días ubicó el Gobierno de la Ciudad en el extremo de la Plaza sobre la calle Bolívar, que tuvo que ser sofocado por Bomberos que se acercaron hasta el lugar ante las llamas.












