El Banco Central (BCRA) subió de 39% a 41,5% la tasa de interés que pagan los plazos fijos a 30 días para las personas humanas, lo que representa un rendimiento de 50,4% de Tasa Efectiva Anual (TEA).

Así lo informó el BCRA al también determinar que para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establece en 39,5%, lo que representa una TEA de 47,5%.

La medida forma parte de una adecuación de la política monetaria del BCRA en línea con sus Objetivos y Planes 2022, con la que busca establecer un sendero de tasa de interés que otorgue "retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria".

"El Directorio del BCRA dispuso hoy elevar en 250 puntos básicos la tasa de referencia de la política monetaria y crear la Nota de Liquidez (Notaliq) a 180 días a fin de ofrecer un instrumento de mediano plazo para absorber la liquidez", informó la autoridad monetaria en un comunicado. Hasta ahí la información oficial.

En el mercado la suba de tasas se analizó de dos maneras. Por un lado, se recibió de forma muy positiva que el Gobierno haya tomado la decisión de aumentarlas.

En definitiva, el Gobierno está reconociendo que no hay demanda de pesos. En segundo lugar porque demuestra que va en el camino correcto. Y tercero, porque hoy casi no hay créditos.

Es decir, la economía Argentina hoy crece por mayor producción pero "las fábricas no están tomando créditos para expandirse, sino que utilizan mayor capacidad instalada". En una economía con créditos, subir la tasa genera una demanda menor de créditos.

La pata negativa que ve el mercado luego de conocer la suba de tasas radica en que siguen siendo negativas contra la inflación esperada.

De todos modos, la tasa es una suerte de remedio necesario para crear demanda de dinero. Pero el problema de fondo es que en el mediano largo plazo no puede ser la tasa la generadora o aspiradora de ese dinero vinculado a la inversión. Porque si la Argentina no logra corregir reformas estructurales que generen inversión, el Estado va a tener que convalidar tasas cada vez mayores.

A partir de ahora, la tasa de la Leliq a 28 días -los títulos de deuda a los que pueden acceder los bancos para respaldar los plazos fijos de sus depositantes- tendrá un rendimiento de 42,5% nominal anual (TNA), equivalente a una TEA de 51,9%, mientras que la Leliq a 180 días pasará a tener un rendimiento de 47% nominal anual (TNA), equivalente a una TEA de 52,6%.

El nuevo instrumento, la Notaliq, tendrá una tasa variable equivalente al rendimiento efectivo anual de la Leliq a 28 días y su objetivo, explicaron desde el BCRA, es que los bancos puedan optar entre un instrumento a tasa fija, la Leliq a 180 días, o a éste a tasa variable.