La semana pasada Argentinos Juniors jugó en su estadio Diego Armando Maradona con River Plate, en el inicio de la Superliga Argentina. Para esa noche el club de La Paternal tenía programado un acto simbólico a cargo de algunas de sus glorias de deportivas.

La ocasión fue propicia para presentar la nueva camiseta del equipo. Antes del partido, desde el cartel electrónico del estadio se promocionó al club como el “Semillero del Mundo , mientras se pasaba un video donde Adrián Domenech, Alexis Mac Allister, Cristian Ledesma, Néstor Ortigoza, Antonino Spilinga y César La Paglia dieron testimonio de su amor por la institución.

Luego, Spilinga, Domenech, Ledesma y Pareja, futbolistas surgidos de las divisiones inferiores, cubrieron con paladas de tierra a un retoño de acebo que será plantado en el predio situado en el Bajo Flores. Se trata de un árbol muy fructífero que se viste de bolitas rojas que simulan a los “bichitos colorados , el tradicional apodo que distingue a la Asociación Atlética Argentinos Juniors.

En el entretiempo se llevó a cabo un acto inusual y extradeportivo para homenajear a un hincha reconocido que hoy es precandidato presidencial. El presidente Cristian Malaspina fue quien hizo la entrega de la camiseta con la leyenda “Fernández19 . Mientras ello sucedía en el campo de juego, desde la tribuna popular se escucharon cánticos hostiles contra el presidente de la Nación Mauricio Macri.

Los insultos no se hicieron masivos y se esfumaron entre silbidos y aplausos, a la espera de la reanudación del juego. El precandidato Alberto Fernandez revoleó la camiseta mirando emocionado hacia las tribunas y se alejó del círculo central mientras algunos hinchas coreaban “Vamos a volver .

Desde el retorno a la democracia en 1983, ningún presidente ni candidato irrumpió en una cancha de fútbol en medio de un partido. Sólo el ex presidente Néstor Kirchner, cuando en junio de 2009 era candidato a diputado nacional, se atrevió a interrumpir una práctica llegando en helicóptero al Cilindro de Avellaneda. Su objetivo fue cumplir con la promesa de regalarle al plantel cuatro televisores de plasma de 32 pulgadas, tras haberle ganado a Boca Juniors. Entonces fue recibido por el presidente del Racing Club, Rodolfo Molina y durante casi media hora estuvo dialogando con los jugadores y el DT Caruso Lombardi.

“Con el fútbol sufro más que con la política , dijo Kirchner por lo bajo y enseguida apuntó: “Racing ocupa un lugar importante en mi vida. En mi casa salvo Cristina Kirchner (hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata) somos todos de Racing y muy sufridos .

En aquella fría y soleada mañana, en medio de un gran operativo de seguridad, el ex presidente evitó hacer comentarios políticos ante la prensa.

¿Podría ser sancionado el club y sus socios por este acto de tinte político en plena campaña electoral por las Elecciones PASO?

Vale detenerse y repasar las normas vigentes sobre manifestaciones políticas o actos injuriosos u ofensivos.

El reglamento general de AFA dispone que “no se aceptará como nombre de club el de los partidos políticos, las palabras contrarias a la moral o la cultura, las que puedan herir susceptibilidades políticas, religiosas o internacionales (art.70).

El reglamento de transgresiones y penas de la AFA expresa: “Se impondrán las sanciones … al club cuyos socios, parcialidad o público partidario ubicado en los sectores asignados a dicha institución, antes, durante o después del partido, exhiban pancartas o símbolos discriminatorios, amenazantes, obscenos, injuriosos u ofensivos a la moral y buenas costumbres, o entonen a coro estribillos o canciones con igual contenido, siempre que estos últimos sean de tal magnitud que resulten nítidamente audibles en un amplio ámbito del estadio (Art. 88).

En tanto, el estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino –siguiendo las instrucciones de la FIFA- establece: “La AFA se declara neutral en asuntos políticos y religiosos. La discriminación de cualquier naturaleza, por cualquier motivo o razón (de un individuo o grupo de personas por su nacionalidad, origen étnico, sexo, lenguaje, religión o política), está terminantemente prohibida y es punible hasta con suspensión y expulsión (Arts. 1 y 2).

Mientras el Código de Ética -que fuera impuesto por la FIFA como requisito para la normalización de la AFA- prescribe que “las personas sujetas al presente código no atentarán contra la dignidad o integridad de un país, de una persona o de un grupo de personas mediante palabras o acciones despectivas, discriminatorias o denigrantes, por razón de su raza, color de piel, etnia, origen nacional o social, género, idioma, religión, posicionamiento político o de otra índole, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o procedencia, orientación sexual o cualquier otro motivo . (Art. 24).

Valga la paradoja, Cristian Malaspina –presidente de Argentinos Juniors- fue quien apoyó la propuesta de aprobación del Código de Ética durante la asamblea general convocada por la AFA el 29 de marzo de 2017, que fuera aprobada por unanimidad (43 votos).

Como respuesta al interrogante sobre una posible sanción al club, la conclusión a la que arribamos es que la misma podría ser factible, pero antes para completar el cuadro disciplinario, debería integrarse la Comisión de Ética, cuyo casillero de autoridades permanece vacío en la AFA.

¿El insulto a un presidente u otra autoridad constitucional podría estar contemplado como causal de sanción?

Si bien no está expresado literalmente en ningún reglamento deportivo, entendemos que un insulto o agravio personal a la investidura presidencial (o de algún otro cargo de los poderes del Estado), debería considerarse como un hostigamiento público a la autoridad, con la consiguiente sanción para el club y aquellos hinchas que hubiesen insultado u ofendido dentro de un estadio de fútbol, como una forma de contribuir a la buena convivencia y tolerancia. El presidente Macri, debido a su política dirigida a erradicar la violencia en los estadios, es objeto de reiterados insultos por parte de grupos de barras. Hasta el presente ningún árbitro interpretó que por insultos al presidente debía interrumpirse el partido.

Desde la antigüedad tanto en Grecia como en Roma, pasando por los líderes sanguinarios que congregaron a millones de fanáticos (léase Hitler y Mussolini), hasta los presidentes latinoamericanos de este siglo como José Mujica, Luiz Inácio Lula da Silva, Evo Morales, Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, el deporte (y el fútbol en particular) resulta muy atractivo para los que ejercen el poder, sólo unos pocos fueron reacios a mostrar sus preferencias en público.

El periodista Alfredo Relaño comentó una anécdota publicada por el diario El País de España.

“El 11 de enero de 1976 se enfrentaron el Atlético y el Madrid en el Manzanares. El Madrid era el líder. Era la jornada diecisiete, última de la primera vuelta. Se trataba de la primera Liga de la Transición. Franco había muerto el noviembre del año anterior. Aquel partido fue escogido por la Familia Real para acudir por primera vez a un espectáculo deportivo. En realidad, para asistir por primera vez a un gran evento público. Acudieron el flamante Rey, Don Juan Carlos, su esposa, Doña Sofía, y el hijo varón, Felipe. Hoy Felipe VI, Rey de España. Entonces, un niño al que le faltaban tres semanas para cumplir los ocho años .

Ante la requisitoria de los reporteros del diario AS, Relaño cuenta que “Juan Carlos les vaciló cariñosamente. Falseó la voz, les dijo que estaba afónico, y les encaminó hacia su hijo. Y ahí se produjo la revelación que tanto dio que hablar en adelante .

“Lo que sigue es la reproducción del tramo del reportaje en el que el protagonista es Felipe, tal como se publicó el día siguiente, 12 de enero de 1976:

"—Mira, estos señores quieren hablar contigo.

El príncipe sonrió y dijo que 'bueno'.

—¿Has visto muchos partidos?

—No.

El Rey aclaró:

—Es el primero que ve en el campo.

—¿Le está gustando?

El Príncipe, un poco cohibido, respondió:

—Mucho.

—¿De qué equipo es?

No lo dudó un instante:

—Del Atlético.

El padre sonrió. Todos sonreímos. El Príncipe se hizo el amo por el desparpajo con que dio la respuesta. Alguna mujer hasta le dijo un piropo al niño. Y luego comentó: 'Es sólo una criatura y se ha ganado a España".

Nunca más sincero que un niño para desvelar el misterio del club de su preferencia, aunque fuese el hijo de un Rey.

La paradoja de los “bichitos colorados (apodo creado por el periodista Diego Lucero hacia fines de los años 60), nos muestra la contradicción de quienes construyeron la épica de una “gran escuela formadora de cientos de talentosos futbolistas, pero que una noche y sin darse cuenta, cometieron el error de regalarle la camiseta con su apellido sólo a uno de los candidatos de turno.