

Considerando el cambio de expectativas asociadas a un cambio de gobierno, Argentina ofrecerá una amplia gama de oportunidades de inversión.
Dichas oportunidades se relacionan tanto con las expectativas de una reducción en la tasa de descuento - por la baja del riesgo país - como con la mejora de flujos esperados de los proyectos y compañías producto de mejores márgenes de rentabilidad futura - sea por efecto de una posible devaluación, levantamiento de restricciones regulatorias o acomodamiento de los precios relativos.
Hoy el riesgo país se ubica en torno a los 600 p.b. por lo que -comparado con el promedio de países de la región - podría esperarse una compresión de entre 200 p.b. y 300 p.b. en el mediano plazo. La reducción de la tasa de descuento hace que más proyectos se vuelven rentables (hoy esa tasa se encuentra entre 18% y 20% en dólares), generando así valuaciones más atractivas.
A la hora de posicionarse en términos de sectores hay que hacer una distinción en términos de plazo. En el corto plazo pensamos que los mayores beneficiados serán aquellos sectores que rápidamente capturen la corrección de la tasa, la potencial mejora del tipo de cambio y las medidas correctivas del nuevo gobierno para reestablecer el equilibrio en los precios relativos. Dentro de este grupo pensamos que los proyectos del sector agroalimentario podrían ser una buena alternativa. De igual, y a pesar del aumento en el precio de sus activos en los últimos meses, las empresas de servicios (utilities) aún lucen atractivas en términos de rendimiento esperado.
Para definir un criterio de selección de oportunidades en el largo plazo, pensamos que el enfoque debe centrarse más en los sectores y empresas con mejores perspectivas de mejora y sostenimiento en sus márgenes y tasas de crecimiento relativo. En este grupo claramente se destacan los sectores de telecomunicaciones, transporte y logística, minería, hidrocarburos, infraestructura e industria automotriz.
La otra pregunta a realizarse es cuándo invertir. En este sentido, para un inversor bursátil, la estrategia puede ser esperar a una mayor definición sobre cuáles van a ser las reglas de política que establezca el nuevo gobierno, considerando que el camino incluye una combinación de devaluación de la moneda, dado también que economías como Brasil y China han devaluado sus monedas, y un arreglo con los holdouts que permita volver al financiamiento en el mercado de capitales internacional. Será clave tener en cuenta no sólo el impacto de la devaluación, que en sectores no exportadores ya está internalizado, sino también la evolución de los costos locales, en particular en los sectores intensivos en mano de obra.










