

¿Qué es la diversidad en el ámbito laboral? Es (o más bien, debería ser) la palabra con la que visibilizamos la necesidad de equilibrar en materia de género para producir una nivelación de oportunidades a partir de las competencias y las capacidades de las personas.
Hoy, cuando conmemoramos un nuevo Día Internacional de la Mujer, es por demás oportuno hacer un llamado a todos aquellos que tenemos responsabilidades en las organizaciones laborales para estimular y promover la diversidad en las políticas de empleo, subrayando las diferencias en lugar de acallarlas, pues en esa riqueza de contrastes y complementos es donde está la clave para ir hacia un modelo superador de paridad, basado en el talento y el liderazgo de la gente. O, como decimos en el campo, es hora de sembrar diversidad, para cosechar igualdad.
No es novedoso, y sin dudas ocurre en todos los sectores, pero en el agro las mujeres enfrentamos grandes desafíos y debemos superar aún muchas barreras simbólicas.
Si bien queda mucho por hacer, ya está en marcha un proceso de transformación auspicioso y positivo hacia un modelo mucho más equilibrado en cuanto a los roles de hombres y mujeres en el campo, lo que es por demás importante ya que lo que sucede en este sector suele resonar en toda la sociedad.

La agricultura está haciendo su aporte a la igualdad y la equidad, contribuyendo a cerrar las brechas de género, abriendo espacios, valorando y aceptando la diferencia y creando en ese proceso un ambiente de respeto con iguales oportunidades para el desarrollo. Es esa la llave hacia la inclusión en la diversidad.
En Corteva trabajamos sabiendo que la herramienta para el cambio es el saber. Somos una empresa de agrociencia, donde el conocimiento es el valor agregado del negocio. El conocimiento es el motor del cambio, en todas las dimensiones, incluida la de género.
Por eso, empezamos por conocer: realizamos un estudio de investigación sobre el modo de vida y las dificultades que afrontan 4200 mujeres rurales de 17 países que pertenecen a cinco regiones del mundo. El estudio nos mostró que la capacitación y educación son las principales necesidades de las mujeres para eliminar los obstáculos de la desigualdad.
Y, así, luego de suscribir el programa ONU Mujeres, pusimos el foco en capacitar: lanzamos programas de promoción de proyectos competitivos alineados con los objetivos de sostenibilidad de la compañía y orientados a mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades en las que están insertos.

En 2021, por caso, pusimos a andar en la Argentina el programa TalentA, un innovador proyecto de becas educativas y de capacitación para desarrollar y apoyar a mujeres rurales con talento que se implementó con éxito en Europa.
Estimulamos con ello la captación de nuevas oportunidades para mujeres que viven en áreas rurales y trabajan en la agricultura, que buscan desarrollar negocios y potenciar sus comunidades. Hoy estamos capacitando en la Fundación Flor a 49 mujeres que presentaron proyectos en un entrenamiento de cuatro meses.
En paralelo, lanzamos el programa "Mujeres Protagonistas", orientado a brindar herramientas para la inserción laboral, y ya tenemos 50 inscriptas en Venado Tuerto y Salto.
Y finalmente, en esta fecha, y tras muchos meses de esfuerzos, presentamos la campaña interna y externa "Mujeres al Frente", donde mostramos que la tarea de nivelar comienza por casa. Este proyecto exhibe, con testimonios directos de sus propias protagonistas, cómo es ocupar posiciones que tradicionalmente eran de los hombres en Corteva.
La agenda de trabajo que tenemos por delante es grande, por eso es necesario que sigamos dándole visibilidad a este tema que requiere de compromisos de largo plazo. Sembremos juntos, sabiendo que cosecharemos los frutos del progreso.













