El Gobierno sufre una escasez generalizada de dólares, y el año que viene debe afrontar vencimientos por unos u$s 14.000 millones. De ese monto, el ítem principal es el Boden 15, que suma u$s 6.700 millones. Por eso intentó "patearlo para adelante" con un canje. Así, en lugar de tener la obligación de pagar el 3 de octubre próximo, habría debido pagarlo otro gobierno en el año 2024 (con el Bonar24). Ese plan fracasó y la necesidad de dólares sigue prácticamente igual que antes.

Sólo 377 millones de Boden15 fueron canjeados y sólo 185 millones fueron rescatados por dólares a u$s 97 dólares por cada bono de u$s 100 nominales. De este modo, las obligaciones del Boden15 se han reducido a u$s 6.138 millones, cuando el gobierno pretendía reducirlas a unos u$s 3.000 millones. ¿Qué consecuencias tenemos?

Kicillof quedó debilitado. Exteriorizó su preocupación por el vencimiento del Boden15 y fue evidente que no consiguió refinanciarlo. Esto es una muestra de total impericia: siempre se habla previamente con los tenedores de los bonos para estar seguros de que la oferta será aceptada en un porcentaje relevante.

Desaparece la idea difusa de que la Anses tiene bonos para seguir interviniendo en el mercado de Contado con Liquidación. La gran mayoría de esos 377 millones de bonos canjeados eran de la Anses. Haber canjeado el grueso de sus tenencias indica que no tiene más "pólvora" para intervenir en el mercado de Contado con Liquidación.

Al mercado no le preocuparon las amenazas por no entrar al canje. ¿Cuánto tiempo más le preocuparán las amenazas para no operar el Contado con Liquidación? Sin dudas, poco tiempo.

¿Qué le queda al gobierno para enfrentar las obligaciones que le impone el Boden15?

1.- Conseguir dólares y no verse obligado a defaultear el Boden15. Para esto, el camino es arreglar con los holdouts y luego conseguir financiamiento en el mercado internacional. Pero es un camino sinuoso y escarpado; no es fácil y los tiempos están ajustados.

2.- Realizar un canje forzoso por el Bonar24.

3.- Pagar el Boden15 pesificado al tipo de cambio oficial.

Las alternativas 2 y 3 son equivalentes a un default. Pero en la lógica del Gobierno quizá quieran ensayar un discurso en el cual "ellos cumplieron" las obligaciones de manera patriótica.

¿Cómo se resuelve el tema holdouts?

Teniendo en cuenta capital e intereses, Argentina debe a los holdouts unos 15.000 millones de dólares. Además de esto, tiene que afrontar pagos de deuda en 2015 por unos 12.000 millones de dólares. El Banco Central no puede financiar estos pagos porque simplemente no tiene tal cantidad de dólares.

La salida que aparece como "posible" -aunque no fácil- es lograr un acuerdo con los holdouts para luego conseguir deuda nueva y poder pagar la que vence el año que viene. ¿Cuán probable es el acuerdo con los holdouts?

Veamos:

Kicillof volvió a hablar de un "acuerdo justo" ya que no quiere que los holdouts extorsionen a Argentina. El problema es que ellos ya tienen un fallo a su favor, con lo cual difícilmente acepten una quita de más del 10%. Mientras tanto, siguen devengando intereses (la deuda con los holdouts es de u$s 6.700 millones y los intereses ya acumulan u$s 8.300 millones).

El discurso "Patria o Buitres" deja al gobierno encerrado y lo enfrenta con el riesgo de perder votos si hay un arreglo (ya que ninguno de los que apoyan un acuerdo los votaría en cualquier caso).

Resolver el problema de los holdouts y recién luego intentar conseguir un crédito dejaría momentáneamente al gobierno con una posición muy débil de reservas. La solución más simple para Argentina sería buscar la asistencia del Fondo Monetario Internacional, algo que CFK no hará jamás.

Conclusión: la presión cambiaria ha aumentado. Esto debería traducirse en una suba importante del dólar. Eventualmente podría demorarse por el sinfín de controles e intimidaciones. Pero el camino es uno sólo y llevará al dólar a 20 para marzo-abril. Que cada uno actúe en consecuencia.