

El puente del Gran Cañón de Huajiang, ubicado en la provincia de Guizhou (China), abrió al público el 28 de septiembre y se presenta como una megaobra de récord: su tablero se eleva 625 metros sobre el río Beipan y la estructura completa se extiende casi 3 kilómetros.
De acuerdo con los medios estatales, la construcción tardó menos de cuatro años y superó a otro puente de la misma provincia como el más alto del mundo. Sus torres alcanzan 262 metros, lo que lo sitúa además entre las estructuras más imponentes de su tipo.
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La obra forma parte de la carretera Guizhou S57, diseñada para conectar zonas montañosas y reducir significativamente los tiempos de viaje, además de impulsar el turismo en la región. Aunque algunas instalaciones -como una cafetería ubicada en una de las torres- aún no operan por completo, la afluencia turística ya es alta y se registra ocupación plena en alojamientos cercanos.

¿Por qué recorta tanto el viaje? La ingeniería detrás del ahorro de tiempo
Antes de la inauguración, el cruce del cañón implicaba recorrer carreteras de montaña estrechas y sinuosas, lo que podía tardar hasta dos horas. El nuevo viaducto atraviesa el valle en línea directa, lo que reduce el trayecto a unos dos minutos en la S57, según datos citados por The Guardian.
La sección principal del puente, de 1420 metros, permite una circulación continua y sin desvíos, contribuyendo al ahorro de tiempo tanto en transporte local como turístico.
Un trabajador de seguridad que participó en la obra, identificado como el Sr. Fu, describió la experiencia de estar sobre el puente como impactante: “La vista es fantástica. Debajo fluye el río Beipan, con el pueblo de Huajiang cerca y también una cascada. Es muy emocionante: el puente es muy alto y vienen muchos visitantes”.
Turismo extremo y restricciones: ¿qué pueden experimentar los visitantes?
Además de su función vial, la estructura incorpora plataformas de observación, una pasarela de cristal suspendida a más de 580 metros de altura, zonas destinadas al puenting y espacios habilitados para slackline y eventos de salto BASE. Para controlar la afluencia y garantizar la seguridad, las autoridades establecieron un límite diario de 5000 visitantes.

Sin embargo, las reacciones no han sido completamente favorables. En redes sociales se han señalado críticas por los costos de acceso, la disponibilidad limitada de estacionamientos y algunas áreas del complejo que aún no están plenamente abiertas. Pese a ello, comercios y alojamientos de la zona reportan un incremento notable en actividad y reservas.
Impacto económico en comunidades locales
Alojamientos, restaurantes y comercios de la zona han registrado aumentos significativos en visitas y ocupación desde la apertura. Algunos propietarios de casas de huéspedes aseguran estar completos desde los primeros días, lo que sugiere un flujo turístico sostenido.
No obstante, parte de la comunidad teme que el crecimiento sea difícil de manejar. Se mencionan preocupaciones por la posible saturación del área, el aumento en los precios y la necesidad de asegurar que los beneficios económicos se distribuyan entre las pequeñas comunidades y no se concentren únicamente en grandes operadores turísticos.









