En esta noticia

La Alcaldía de Bogotá y la Policía Metropolitana confirmaron la captura de 18 personas vinculadas a la estructura criminal conocida como Los Fronterizos, tras una investigación extensa que incluyó labores de seguimiento, análisis de audios y la realización de 15 diligencias de allanamiento. Según las autoridades, la organización operaba en zonas limítrofes entre Bogotá y Soacha.

Durante la investigación, la DIJIN procesó más de 2.800 horas de grabaciones que permitieron identificar los roles y responsabilidades dentro de la red. La Policía indicó que la banda combinaba actividades de microtráfico con homicidios selectivos, y que durante el proceso se lograron esclarecer 11 asesinatos atribuidos a esta estructura.

Fuentes oficiales informaron que entre los capturados hay 10 hombres y 8 mujeres, y que la organización obtenía cerca de 180 millones de pesos semanales producto de sus actividades ilícitas. El director de la DIJIN, coronel Elver Alfonso, entregó estos detalles en una entrevista con Alerta Bogotá.

Así cayó la red: detalles del operativo que sorprendió a la ciudad

La operación incluyó 15 diligencias de allanamiento en distintas zonas, entre ellas las localidades de Bosa y Kennedy, así como sectores de Soacha. Durante los procedimientos se incautaron más de 35 dispositivos electrónicos, que actualmente son analizados por peritos forenses.

Duro golpe a ‘Los Fronterizos’: capturan a 18 integrantes de la banda criminal en un extenso operativo nacional. (Imagen: Archivo).
Duro golpe a ‘Los Fronterizos’: capturan a 18 integrantes de la banda criminal en un extenso operativo nacional. (Imagen: Archivo).

En medio del despliegue fue capturado el cabecilla conocido como alias “El Pollo”, quien ya tiene medida de aseguramiento en centro carcelario. La Fiscalía y la Policía avanzaron en la judicialización de los 18 integrantes de la estructura y coordinaron acciones para el desarrollo de nuevas líneas investigativas.

Qué hizo la banda y cómo operaba en la frontera Bogotá–Soacha

Según las autoridades, la estructura criminal distribuía funciones entre sus integrantes: algunos se encargaban de actividades de sicariato, mientras otros asumían la logística de venta y distribución de drogas. La banda financiaba sus operaciones con ingresos provenientes del microtráfico y del cobro de cupos en las zonas bajo su influencia.

El coronel Alfonso, además, hizo un llamado a la ciudadanía para aportar información que los ayude: “La invitación es a aportar datos que nos permitan desarticular otras estructuras que buscan afectar la seguridad en estos territorios”.