

La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos anunció una medida sin precedentes: desde el 7 de noviembre, se reducirá la capacidad de vuelos en un 10% en 40 de los aeropuertos más importantes del país. La decisión responde a la falta de controladores aéreos causada por el cierre parcial del gobierno federal.
Según la FAA, miles de vuelos comerciales y de carga podrían cancelarse diariamente, afectando tanto el transporte de pasajeros como la distribución de mercancías en plena temporada alta de envíos.
Las terminales aéreas de Nueva York (JFK, LaGuardia, Newark y Teterboro), Atlanta, Chicago, Denver y Los Ángeles se encuentran entre las más comprometidas. Estos aeropuertos concentran gran parte del tráfico aéreo nacional e internacional.
Atención: por qué la FAA reduce la capacidad
“El transporte aéreo depende de que cada parte del ecosistema funcione en sincronía”, explicó Brandon Fried, director ejecutivo de la Airforwarders Association, a CNBC. La FAA sostiene que la reducción es necesaria por las numerosas ausencias de controladores derivadas del cierre del gobierno, una situación que limita la operación segura de las torres y centros de control.

Nick Daniels, presidente de la National Air Traffic Controllers Association, advirtió que podría llevar semanas recuperar la normalidad en el control del tráfico aéreo, incluso si la emergencia se resuelve pronto.
Impacto en la cadena de suministro y medidas de contingencia
Las compañías logísticas alertaron sobre un posible frenazo en la carga aérea, que transporta productos de alto valor y envíos sensibles al tiempo, como medicamentos, semiconductores, componentes industriales y artículos electrónicos. Aunque el flete aéreo representa solo alrededor del 1% del peso total de las mercancías enviadas, puede concentrar hasta un 35% de envíos de alto valor y urgentes.
Mike Short, presidente de C.H. Robinson, aseguró que su empresa ya activó planes de contingencia, que incluyen reubicar inventario y priorizar envíos por carretera cuando sea posible. “Estamos utilizando nuestra tecnología para rastrear piezas críticas y mantener las líneas de producción en funcionamiento”, señaló.
Por su parte, Anthony Pizza, vicepresidente comercial de AGS, indicó que aunque operadores como UPS, FedEx y DHL pueden redirigir vuelos hacia aeropuertos regionales, muchos de esos destinos no tienen la capacidad para manejar grandes volúmenes de carga.

La plataforma digital Freightos reportó un aumento del 17% en las tarifas desde China hacia Estados Unidos y un crecimiento del 3% en búsquedas de envíos, lo que indica una demanda elevada justo en la antesala de la temporada de mayor actividad comercial.
Empresas como Kuehne + Nagel y SEKO Logistics manifestaron que monitorean la situación y evalúan alternativas para mitigar impactos. Los especialistas coinciden en que, aunque la reducción afecte principalmente al tráfico doméstico, cualquier recorte de capacidad en un periodo de alta demanda de e-commerce podría generar efectos en cadena a nivel global.











