La receta de este ejecutivo para ser ultraeficiente y surfear la crisis
Gabril Blasi, de Telecom, señala que el área que dirige logró administrar la coyuntura. La otra cara de la moneda es que se hacen planificaciones a plazos cada vez más cortos a raíz de la inestabilidad.
"Somos ultraeficientes para administrar la coyuntura, pero seguramente el tiempo nos señalará los costos de oportunidad que dejamos en el camino", dice Gabriel Blasi, CFO de Telecom sobre los desafíos que plantea la Argentina actual con alta inflación, volatilidad del tipo de cambio e incertidumbre política a la tarea de planificar las finanzas de una de las compañías más grandes del país.
Licenciado en Administración de la UBA, con posgrados en el IAE y la Ucema, Blasi tiene una trayectoria de más de 40 años en el mundo financiero. En su carrera pasó por la tesorería del Citibank en la Argentina, trabajó en el Lloyds Bank y el Banco Río. Además, fue gerente de Rio Valores Sociedad de Bolsa; CFO del Grupo Carrefour en Argentina, Goyaique SACIFIA (Grupo Pérez Companc), Cresud SA, Inversiones y Representaciones S.A., Alto Palermo SA, entre otros.
Uno de los hitos que destaca de su carrera fue la fusión de Norte, Tia y Carrefour. La operación se realizó en el año 2000 e involucró a compañías de gran volumen y muy reconocidas en el mercado minorista "Trabajamos en varios niveles para la reestructuración, tanto la cultural como técnica y financiera", destaca Blasi, que quedó en el segundo lugar del premio CFO del año otorgado por APERTURA y el diario El Cronista.
En 2017 se sumó a Telecom como CFO de la compañía. Ya en ese puesto trabajó activamente en la fusión con Cablevisión. La operación fue anunciada en junio de ese año y finalizada en julio de 2018, cuando la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia dio el visto bueno para cerrar el trato con el que nació la que, en ese momento, era la empresa más grande del país.
"El deal dio origen a la compañía que hoy es Telecom, una empresa líder del sector, que brinda servicios de conectividad, entretenimiento y soluciones tecnológicas a más de 30 millones de clientes desde Ushuaia a la Quiaca, y en la que me desempeño como CFO desde hace 6 años. A través de las marcas comerciales Telecom (para todo lo que es institucional y también para las soluciones para empresas), Personal para conectividad tanto móvil como en el hogar, Personal Pay (nuestra billetera virtual) y Flow (para las experiencias de entretenimiento, la empresa se posiciona como un ecosistema de plataformas, y nuevos negocios, una experiencia integral y convergente para individuos, empresas e instituciones en todo el país", agrega.
En la actualidad, la compañía cuenta con operaciones en la Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile y, en palabras de Blasi, se está consolidando como una compañía de tecnología y no ya como una telco tradicional.
"En ese sentido, seguimos desarrollando negocios 100 por ciento digitales en distintas verticales como entretenimiento, Fintech (Personal Pay), IoT, ciberseguridad, entre otras. Y esto, sin duda, amplía nuestro horizonte de negocios más allá de las fronteras de nuestras redes", señala.
Conseguir financiamiento se hace cada vez más difícil en la Argentina, ¿cómo se logra estructurar un esquema que funcione y sea a "prueba de crisis"?
No hay esquemas a prueba de crisis y sabemos que los Cisnes Negros existen: el conflicto bélico en Ucrania, la pandemia de covid-19, una persistente sequía. El desafío es tener la mayoría del tiempo muchas opciones diferentes abiertas, con perfil riesgo-retorno diferente.
Es imprescindible contar con un contexto de stakeholders que apoye, me refiero tanto a accionistas, senior management, y colaboradores. Y siempre, sin dudas, anticiparse es clave.
Destaco que Telecom es una empresa que ha venido construyendo a lo largo de estos seis años una alta credibilidad en los mercados, y tiene un perfil financiero muy bueno, sin dudas eso nos abre muchas puertas también.
La redefinición del rol
El contexto macro local hace que el CFO tenga que estar cada vez más implicado en todos los aspectos estratégicos del negocio, ¿hubo una redefinición del rol en los últimos años?
Como en todos los rubros, la creciente digitalización a todo nivel transformó muchos aspectos de la función CFO. Y en particular la aceleración de los cambios y de todos los procesos hace que la anticipación, la flexibilidad, el aprendizaje permanente y el trabajo interdisciplinario y en red sean cada vez más relevantes en las organizaciones.
Así como ya no es posible pensar la tecnología sin tener en cuenta las necesidades de los clientes, resulta imposible pensar el rol del CFO en forma independiente de la estrategia de negocio e innovación de una compañía.
La tecnología nos ofrece nuevas herramientas para automatizar procesos, y contar con fuentes de información casi infinitas que nos permiten ensayar modelos financieros e ir aprendiendo en entornos controlados, según distintos escenarios. Esto se aplica a todas las disciplinas, incluso para la proyección financiera. Ser una empresa digital sin dudas nos está ayudando mucho en ese aspecto. Hay nuevas competencias digitales que las personas tenemos que incorporar, y esto se da en todos los niveles, para la toma de decisiones y la evaluación de los riesgos, entre otras muchas cosas.
Tener la mente abierta, ampliar la perspectiva, contemplar todas las opciones, delinear distintos escenarios, son competencias clave para los perfiles financieros.
¿Cómo es ser CFO en la Argentina de hoy?
Al contexto tecnológico y de aceleración de cambios, propio de la época digital en la que vivimos, que mencionaba previamente, se suma contrariamente la penosa situación de repetición de viejos errores del pasado, donde se aplican soluciones obsoletas, que nos colocan cada vez un peldaño más abajo.
Más allá de cuestiones políticas, desde el punto de vista macroeconómico, cabe recordar que en la década del 60 teníamos el mismo PIB per capita que Canadá, España y Australia. Pero en las últimas décadas la pobreza creció hasta alcanzar hoy casi el 50 por ciento. Este retroceso merece una enorme reflexión de parte de toda la sociedad.
Experiencia agridulce
Hacer crecer una empresa en un contexto como este resulta una experiencia realmente agridulce.
Y es un desafío adicional a otros roles dentro de la compañía, porque a nosotros nos toca acercar a los accionistas distintas opciones y muchas veces recomendar los caminos a seguir.
Para encontrar una situación similar a la actual, hay que volver 30 años en el tiempo, ¿hubo que desempolvar las recetas de los años 80 para no naufragar?
No creo en las recetas. Cada problema requiere una solución diferente. Y si bien se repiten situaciones, hay diferencias muy apreciables. El índice de pobreza no es un dato para desdeñar. Y la tecnología tiene un impacto significativo en la forma en que abordamos tanto los problemas como las soluciones, y su influencia seguirá creciendo en el futuro.
Temas que hoy son centrales para el mundo financiero como la transparencia, y el triple impacto de las operaciones de una empresa (ESG por enviromental social and governance), por ejemplo, eran irrelevantes en los 80. Los marcos regulatorios financieros se han fortalecido.
Hoy los mercados en general son más estructurados y se desempeñan con mayor rigor. Creo que el talento pasa por reconocer la historia pero entender la actualidad y obrar en consecuencia.
Lo mismo en el ámbito de las soluciones. Y no se puede dejar de aprender. Las nuevas herramientas tienen impactos aún difíciles de comprender en su totalidad (analítica, IA, etcétera), pero llegaron para quedarse y para mejorarnos la vida.
La dificultad del día a día
¿Cuánto complican el día a día factores como la inflación, la devaluación y los cambios en las regulaciones?
Nuestra inestabilidad acorta los horizontes de planeamiento. La economía y nuestras decisiones se hacen overnight. Somos ultraeficientes para administrar la coyuntura, pero seguramente el tiempo nos señalará los costos de oportunidad que dejamos en el camino.
Basta con mirar el crecimiento alrededor nuestro y compararlo con el del país en los últimos 50 años. Es devastador. Si logramos ajustar esto para poder planear y hacer a 5/10 años, la diferencia va a ser enorme. Como les digo a mis hijos: en el largo plazo nunca hay que subestimar el poder de la capitalización compuesta. Con solo crecer al nivel promedio mundial de 2,5 por ciento anual, el resultado a 15 años es enorme. Y 15 años pasan muy rápido, en especial a mi edad.
Telecom está sujeta a regulaciones, por ejemplo, todavía están con la cautelar por el decreto 690, ¿cuánto influyen estos factores externos, que deciden sobre tarifas y otros aspectos en la planificación financiera?
Nuestro sector era un sector dinámico que creció e invirtió fuertemente sin este tipo de restricciones.
Prueba de ello fue la performance de la red durante la pandemia, donde en lugar de movernos todo el día con el celular nos tuvimos que quedar en casa. Y muchos servicios solo pudieron continuar gracias a la conectividad. Trabajamos, estudiamos, aprendimos, enseñamos, nos divertimos y nos conectamos con nuestros seres queridos desde nuestros hogares gracias a los servicios TIC.
La respuesta durante la pandemia
Eso fue gracias a todas las inversiones intensivas y en dólares que viene haciendo la industria (en Telecom invertimos más de US$ 5500 millones los últimos seis años) y el enorme trabajo de muchísima gente para que las redes siguieran funcionando correctamente para que, cada uno de nosotros, desde nuestras casas, pudiéramos seguir con nuestras vidas con la mayor normalidad posible, en un contexto que claramente no era normal. Pocos servicios pueden absorber un crecimiento de demanda tan grande y disruptivo sin fallar o romperse.
También, aunque no se haya difundido, la compañía dejó de cobrarle a alrededor de 300.000 personas durante todo ese período, y mantuvo los servicios de manera ininterrumpida.
Ese decreto, que cambió las reglas de juego del sector de manera intempestiva e innecesaria, generó un elemento más que desde lo financiero: subió el costo del capital, agregó riesgo que quienes nos prestan quieren sea retribuido, en particular en una industria que es reconocida por su estabilidad. Esto claramente nos dificultó la tarea financiera, a lo que se sumó el cúmulo de restricciones cambiarias y de otros tipos. La gran mayoría de la tecnología para brindar servicios de Internet y comunicaciones es importada, y sin importaciones no hay red. Con lo cual todas estas alteraciones generan mayor dificultad para financiar proyectos que son a largo plazo. A pesar de todo venimos manteniendo un muy fuerte nivel de inversiones, incluso este año, apoyados por un fuerte sponsorship de los inversores de la compañía y bancos.
El texto original de esta nota fue publicado en la edición 358 de la revista Apertura
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