Pelopincho es una de las marcas más icónicas del verano argentino. Su nombre resulta tan icónico que se comió por completo al segmento con más de un 90% de participación en las ventas. La Pelopincho es sinónimo de vacaciones, sol y amigos. Y su pasado y presente están unidos por dos competidores en el rubro de las piletas de lona.
Los hermanos Roberto y Adolfo Benvenutti realizaron un descubrimiento clave en 1974. Se dieron cuenta que la tela vinílica era resistente al sol y a la lluvia, además de ser económica. Pero lo más relevante era que no se desteñía, como sí sucedía con las piletas de lona.
Entonces en su taller en Santa Fe pusieron manos a la obra. Armaron una estructura de caños, montaron la pileta de tela vinílica y la bautizaron Pelopincho. El nombre era un homenaje a la historieta infantil "Pelopincho y Cachirula", protagonizada por dos niños y creada por el uruguayo Fola.
"Mi viejo decía que un día se sentaron a pensar en cómo podían aumentar las ventas. Los veranos acá eran bastante pesados, siempre rondan los 36° C, con aire húmedo. Habrá sido ahí que se dieron cuenta de que esto sería una revolución", aseguró Leonardo Benvenutti, hijo de Roberto, en diálogo con La Nación en 2022.
El producto fue un éxito y la compañía invertía y aumentaba producción a medida que las piletas aumentaban sus ventas. Distribuían por todo el país e incluso llegó a exportar sus piletas a Chile, Colombia, España y los Estados Unidos. Sin embargo, las deudas llevaron a la empresa a la quiebra en 1990.
Cambio de dueño
Pero Pelopincho no era la única jugadora del mercado. Del otro lado estaba Héctor Goette, que en los 70 había fundado El Zonda, un taller de reparación de lonas. La popularidad de la empresa de los Benvenutti lo llevó a lanzarse al mundo de las piletas de lona con su propia marca, Tiburoncito. No obstante, sus ventas no lograban equiparar a las de su competencia.
Las crisis también son oportunidades. Por eso, al enterarse de la quiebra de Pelopincho, Goette decidió comprar la marca en un remate. En 1995 la relanzó con una fábrica en Merlo, San Luis.
Sus ventas se multiplicaron, en particular después de la crisis de 2001 como una opción más económica para refrescarse durante el verano. En 2016 Sonne, la sociedad encargada de fabricar Pelopincho y Tiburoncito, invirtió u$s 5 millones para incrementar su capacidad de producción a 400.000 unidades por año.
Cuánto cuesta una Pelopincho
La volatilidad económica argentina impactó en las idas y venidas de la compañía. Durante la recesión económica de 2019 la firma tuvo una caída del 50% en las ventas, lo que derivó en 38 desvinculaciones en la fábrica; en tanto, el primer tramo del aislamiento por pandemia provocó un boom de demanda.
Según fuentes del mercado, la categoría mueve alrededor de 300.000 piletas por año y Pelopincho se lleva más de un 90% del total. Por su parte, Bestway, la marca china importada por Importadora Sudamericana, trata de morder market share cuando Sonne quiebra stock.
El precio de las piletas Pelopincho va desde los $ 43.000 para el modelo de 1000 litros y 1,85x1,45 metros de tamaño hasta los $ 382.000 para la opción de 8000 litros y 4,45x2,25 metros. Una pileta mediana, de 4500 litros y 3x2 metros cuesta alrededor de $ 257.000 en supermercados y tiendas de electrónica y artículos para el hogar.
