En Santos Lugares, partido de Tres de Febrero, la fábrica de la familia de Alan y Antonella Mincaproduce mensualmente 100.000 unidades de snacks saludables que luego se distribuyen en 3.500 puntos de venta alrededor del país.

Seis años atrás esto era todavía impensado. Sol Vivanco buscaba en supermercados y kioskos productos de origen vegetal, sin aditivos ni conservantes que no lograba encontrar. Por un amigo, y bajo la idea de empezar a fabricar ella misma lo que no lograba conseguir en el mercado, conoció a los hermanos Alan y Antonella, cuya familia se dedica a la fabricación de alimentos desde hace tres generaciones.

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“Sol empezó siendo un cliente de la fábrica de mi familia. Al igual que ella, yo también soy vegetariana y sentí que había encontrado una aliada. Nos contó su necesidad, lo que quería fabricar y nos interesó la propuesta. Así que los tres nos convertimos en socios“, explica Antonella Minca.

Así, en 2019 y con una inversión inicial de u$s 20.000 nació Nutriveg apenas unos meses antes de que comenzara la pandemia. "Ya teníamos todos los productos listos y habíamos hablado con comercios de cercanía para empezar a comercializarlos. A la semana nos agarró la pandemia y todos los comercios chicos cerraron, así que nuestra idea a tres años de llegar a las grandes cadenas de supermercados tuvo que adelantarse", dice la emprendedora.

La compañía proyecta desembarcar en Uruguay hacia diciembre
La compañía proyecta desembarcar en Uruguay hacia diciembre

Con una facturación mensual que ronda los $ 50 millones y un crecimiento proyectado del 100%, hoy producen barras de frutos secos, pochoclos saborizados y bocaditos de frutos secos bañados en chocolate. En septiembre lanzaron, además, la primera granola de la compañía, vegana, libre de gluten, y suplementadas con prebióticos y probióticos.

Su primer gran cliente fue Walmart -hoy ChangoMás y donde siguen presentes- apenas cuatro meses después del lanzamiento del proyecto al mercado. Actualmente, Nutriveg trabaja con cadenas como Cencosud -Jumbo, Disco y Vea-, JetSmart y Open 25. “El año pasado empezamos a trabajar con Cencosud. Pero ya con más experiencia y confianza fuimos a la primera reunión diciendo ‘te podemos abastecer los tres centros de distribución que tenés en el país’”, apunta Sol Vivanco.

Ese mismo año también incorporaron a JetSmart como cliente. Actualmente, la aerolínea ofrece los pochoclos de Nutriveg durante sus vuelos. De hecho, se trata de una industria en la que los emprendedores están haciendo foco para expandir el negocio. “Ya estamos haciendo las pruebas de nuestros productos con otra aerolínea”, adelanta Vivanco.

Hacia diciembre proyectan desembarcar con este mismo producto en Uruguay. Si bien la fabricación se mantendrá en Buenos Aires, abastecer el mercado uruguayo les requerirá duplicar su producción.

“La idea de distribución es la misma: supermercados, comercios de cercanía y kioscos. El plan es hacer el desembarco del resto de los productos de Nutriveg en el transcurso del año“, dice Vivanco.

El segmento de la alimentación saludable dejó de ser un nicho para transformarse en un negocio en plena expansión. La creciente demanda de productos naturales y funcionales impulsó la aparición de nuevos jugadores y elevó la competencia dentro del sector.

"Hoy hay mucha más competencia que cuando empezamos. Por eso elegimos muy bien qué productos lanzar y bajo qué características. De hecho, por semana recibimos un montón de mails pidiéndonos empezar a hacer barritas proteicas. Pero sabemos que hay un montón en el mercado, al igual que el chocolate Dubai, por ejemplo, son fenómenos que se ponen de moda y que tienen un ciclo, entonces no nos interesa incorporarlo. Hacemos mucho hincapié en la calidad de nuestros productos: que todos sean veganos, que no tengan gluten y que aporten valor nutricional“, cierra Minca.