

El gobierno de Brasil defiende la ampliación de las inversiones públicas en el sector de transporte como una de las principales herramientas para estimular la economía, que amenaza frustrar el desempeño proyectado para este año. Pero los números indican que no se llegará a ejecutar el total plasmado en el presupuesto de 2012.
Valor tuvo acceso de forma exclusiva a un relevamiento detallado de las inversiones que se liberaron hasta mayo en cada una de las áreas de transporte: rutas, ferrocarriles, canales de navegación y el sector aéreo. El Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) compiló las informaciones del Sistema de Administración Financiera (Siafi).
Del total de R$ 13.660 millones autorizados para invertir en rutas este año, solamente R$ 2.540 millones se pagaron hasta mayo. La situación es más crítica cuando se verifica que apenas el 7% de ese desembolso -R$ 197,4 millones-se relación con gastos de 2012, mientras el restante 93% corresponde a restos a pagar de años anteriores.
La situación se repite en el sector ferroviario. A comienzos de año, el gobierno autorizó un presupuesto total de R$ 2.770 millones para inyectar en el segmento de rieles. Pero después de cinco meses, se utilizaron solamente R$ 239,7 millones, cerca de 8% de los recursos disponibles. En relación a los gastos en ferrovías, prevalece la misma lógica. Solamente 6% de los desembolsos se refieren a gastos del actual ejercicio.
La fotografía del desempeño financiero registrado hasta ahora señala que, a pesar de la presión de la presidenta Dilma Rousseff para aumentar las inversiones, es muy probable que los desembolsos se reflejen en las cuentas de 2013, por la demora en la contratación de obras.
El Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (Dnit), dueño del mayor presupuesto de la cartera, quiere licitar hasta R$ 10.000 en emprendimientos en el segundo semestre del año, contra los R$ 16.000 millones previstos inicialmente. Aunque llegara a contratarse esa cantidad de recursos, la realidad es que buena parte de los mismos solo se pagaría el año próximo.
Otro contratiempo es que muchos emprendimientos están en la etapa de revisión de proyectos, lo que posterga la licitación de la obra. El mismo problema padece el ministerio de Ciudades, responsable por las obras de movilidad urbana del Mundial de Fútbol-2014, donde hay escasos avances debido a los estudios de mala calidad que presentaron los estados (provincias) y municipios que serán sedes de los partidos.
Al gobierno le preocupa destrabar la inversión en transportes porque esa área concentra sus principales desembolsos directos, a diferencia de lo que sucede por ejemplo en el segmento de energía, en el que las empresas que asumen las concesiones financian buena parte de los proyectos, además de contar con una fuerte participación de la estatal Eletrobras en la mayoría de las obras.
Vivimos una situación curiosa. Tal vez sea la primera vez en la historia económica del país que tenemos una fuerte disponibilidad de recursos para inversión, pero todo ese dinero se aplica de forma parcial por las dificultades burocráticas y administrativas que enfrentamos, dijo Carlos Campos, coordinador de infraestructura económica de Ipea.










