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El Ejército de Estados Unidos está a un paso de sumar a su arsenal una de las armas más avanzadas de las últimas décadas: el Misil de Ataque de Precisión (PrSM), desarrollado por Lockheed Martin.

Tras superar con éxito pruebas clave en el campo de misiles de White Sands, Nuevo México, el sistema se acerca a su fase final de desarrollo y a su despliegue operativo en 2025.

Un misil diseñado para distancias extremas

El PrSM cuenta con un alcance superior a los 499 kilómetros, lo que le permite atacar y destruir objetivos a gran distancia con fuego indirecto desde plataformas terrestres.

Una de sus mayores ventajas es la compatibilidad con lanzadores MLRS M270 y HIMARS, lo que facilita su integración sin necesidad de nuevos sistemas. Además, cada cápsula de lanzamiento puede transportar dos rondas de misiles, aumentando la potencia de fuego disponible en el campo de batalla.

Características técnicas del PrSM

Entre las especificaciones más destacadas de este nuevo sistema de defensa se encuentran:

  • Alcance de 60 a 499+ kilómetros

  • Arquitectura de sistemas abiertos, modular y adaptable

  • Carga útil energética IM

  • Capacidad de dos misiles por cápsula

  • Totalmente compatible con MLRS M270 y HIMARS

Estas innovaciones permiten que el misil no solo sea potente en la actualidad, sino también actualizable con futuras mejoras tecnológicas.

Las pruebas realizadas en 2025 forman parte de la evaluación operativa inicial (IOT&E), que definirá si el sistema entra en fase de producción a plena capacidad antes de fin de año. De lograrlo, el PrSM se convertiría en la primera capacidad en alcanzar este hito desde la creación de los Equipos Interfuncionales (CFT), pieza central en la estrategia de modernización militar de Estados Unidos.

Una arma que marca un hito en la modernización militar de USA

Lockheed Martin está aplicando herramientas como realidad aumentada, modelado digital y análisis avanzado de datos para acelerar el desarrollo del PrSM. Este enfoque digital ha permitido combinar pruebas virtuales con ensayos físicos y fuego real, lo que ha validado rápidamente la eficacia y letalidad del misil.

En un contexto de crecientes tensiones entre potencias, el PrSM se presenta como una baza estratégica que refuerza la ventaja militar de Estados Unidos. Su alcance, precisión y adaptabilidad lo convierten en un elemento decisivo para el futuro del campo de batalla multidominio.

"Este misil no solo es un avance tecnológico, sino también un compromiso con la seguridad nacional y la preparación operativa", remarcaron desde Lockheed Martin tras las pruebas de este año.