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La ciudad de Nueva York se prepara para vivir una de las nevadas más imponentes de la temporada. De acuerdo a los meteorólogos, podría volver a cubrir sus calles y avenidas con un manto blanco que evoca escenas de cine. Con la llegada de noviembre, crece la expectativa entre residentes y visitantes, que aguardan con entusiasmo ese momento en que las primeras copos comienzan a caer.
Aunque el otoño aún domina el paisaje neoyorquino, los especialistas advierten que el ambiente estará más frío y seco de lo habitual. Las predicciones apuntan a que la nieve que todos esperan podría tardar unos días más de lo habitual en hacer su aparición.
Llega el invierno y Nueva York se prepara para nevadas de película en noviembre
Según las proyecciones, las primeras precipitaciones de nieve podrían aparecer entre el 9 y el 14 de diciembre, dependiendo del área de la ciudad. Para noviembre, solo se prevén algunos episodios de lluvia combinada con nieve ligera, sin acumulaciones significativas. En cambio, diciembre marcaría el verdadero inicio de la temporada blanca.
Durante ese mes, se espera que haya hasta una semana con nevadas, y la acumulación total podría rondar entre los 43 y 53 centímetros, cifras que se mantienen dentro del promedio histórico para la ciudad. Este panorama indica que la esperada postal navideña neoyorquina volverá a repetirse, con el Central Park, la Quinta Avenida y Times Square cubiertos por la nieve.

El frío, además, se intensificará a partir de la segunda quincena de noviembre, con temperaturas que oscilarán entre los 0 °C y los 5 °C en las horas más frías, lo que preparará el terreno para las primeras nevadas importantes.
¿Cuáles son las zonas de Nueva York que más disfrutarán de la nieve?
Mientras que en el corazón de Nueva York la nieve podría tardar en llegar, en el interior del estado, particularmente en zonas como Buffalo, Syracuse y Binghamton, las precipitaciones blancas podrían comenzar desde los primeros días de noviembre. Estas áreas, acostumbradas a inviernos más duros, registrarían acumulaciones mayores y temperaturas por debajo del promedio nacional.
Este contraste climático es habitual cada año y depende de la altitud y la cercanía al lago Erie, que favorece la formación de nieve más temprana en el norte del estado. En cambio, la costa atlántica y el área metropolitana suelen mantenerse más templadas hasta bien entrado diciembre.










