

Aunque parezca invisible, el internet necesita estructuras físicas muy concretas para funcionar. Gran parte de nuestra vida diaria -desde enviar mensajes hasta hacer compras o ver películas- depende de una red global que viaja por debajo del mar.
Allí, ocultos en el fondo oceánico, se encuentran miles de kilómetros de cables submarinos que conectan continentes. Son tan fundamentales para la economía y la seguridad como las rutas o los aeropuertos, pero mucho menos conocidos.
Ahora,Estados Unidos reconoce que estos cables podrían convertirse en el nuevo campo de batalla de una guerra por el internet. Para evitarlo, el gobierno ya trabaja en nuevas reglas para protegerlos y controlar quién puede operarlos.

¿Por qué los cables submarinos preocupan tanto a Estados Unidos?
Los cables submarinos transportan más del 95% del tráfico de internet internacional. Todo lo que circula entre bancos, gobiernos, empresas o servicios digitales internacionales pasa por esas líneas. Si se cortaran o interfirieran, los daños serían enormes.
Estados Unidos, que lidera gran parte de esta red global, considera que estos cables son un objetivo estratégico en tiempos de tensión geopolítica. Por eso, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) propone cambios urgentes para reforzar su control.
Estos cables están expuestos a peligros físicos (como cortes por anclas o redes de pesca) y digitales (como ciberataques). Además, cada vez hay más sospechas sobre acciones de espionaje o sabotaje por parte de gobiernos como China o Rusia.

¿Qué medidas propone EE.UU. para prevenir una guerra por el internet?
Las autoridades estadounidenses plantean tres líneas de acción clave para proteger estos activos críticos:
- Agilizar las licencias para instalar o usar cables submarinos, eliminando trámites innecesarios y acelerando los tiempos de aprobación. Esto permitiría que los proyectos avancen con mayor previsibilidad y sin demoras que encarecen los costos.
- Fortalecer la seguridad de las redes, estableciendo controles más estrictos sobre qué empresas pueden participar en estos sistemas. El objetivo es evitar que firmas extranjeras con posibles vínculos a gobiernos adversarios tengan acceso a infraestructuras sensibles.
- Evitar duplicaciones en los procesos de revisión, a través de un cuestionario único que sirva para todas las entidades que los regulan. Así, se reduciría la carga burocrática para las empresas sin comprometer el control estatal.
Además, se busca establecer una red de inteligencia compartida entre el gobierno y el sector privado. Así, se podrá actuar de inmediato ante señales de peligro, ya sea un intento de hackeo o una interferencia física.
Para Estados Unidos, proteger los cables submarinos es proteger su economía, su defensa y su lugar en el mundo digital. Aunque estén escondidos bajo el mar, su importancia nunca fue tan visible.











