Descansa en paz por USD 100: una iglesia cristiana vende terrenos en el cielo por metro cuadrado
Conoce la oferta controversial de esta iglesia que creó débate en redes sociales.
La iglesia mexicana liderada por el profeta Andrés de la Barra, la Iglesia del Final de los Tiempos - Sede Apostólica, generó controversia tras anunciar la venta de terrenos celestiales a través de su perfil de Facebook. La oferta asegura que los interesados pueden adquirir su lote en el cielo a un precio inicial de USD 100 por metro cuadrado.
Según la publicidad, quienes compren estos espacios tendrían garantizado un lugar en la "Urbanización Celestial Los Hebreos", donde podrían convivir con figuras bíblicas como Moisés y David.
La iglesia también ofrece diferentes métodos de pago, como tarjetas de crédito y PayPal, mediante una aplicación que permite suscribirse a la religión y adquirir otros productos.
Qué incluye la oferta de la Urbanización Celestial por USD 100
De acuerdo con Andrés de la Barra, la iglesia posee "autorización divina" para vender los terrenos, presentándolos como una inversión espiritual. Los compradores recibirán un certificado digital que avala la adquisición, junto con beneficios adicionales mediante la aplicación móvil, como biblias personalizadas.
Promocionada como una oportunidad para asegurar la tranquilidad eterna antes del supuesto Arrebatamiento, esta oferta refuerza conceptos recurrentes en la doctrina de la congregación.
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Reacciones y críticas en redes sociales
La publicación despertó un intenso debate. Detractores califican la oferta como un negocio abusivo que se aprovecha de la fe, mientras seguidores aseguran que representa una forma de garantizar su lugar en el cielo.
Algunos usuarios ironizaron sobre la comercialización del mensaje cristiano, mientras otros se mostraron interesados en adquirir terrenos antes de un posible incremento en los precios.
La Iglesia del Final de los Tiempos sostiene que la venta de terrenos cuenta con legitimidad espiritual, pero el debate sigue creciendo, planteando interrogantes sobre los límites éticos de las prácticas religiosas en la era digital.