

Nueva York se prepara para dar un paso histórico en materia de transporte público. Tras años sin grandes expansiones ferroviarias, la ciudad avanza en el desarrollo del Interborough Express, una nueva línea de tren ligero que conectará directamente Brooklyn y Queens en solo 40 minutos, sin pasar por Manhattan.
El proyecto apunta a resolver una de las deudas más persistentes del sistema: la falta de conexiones transversales eficientes entre distritos, en una ciudad donde millones de personas dependen a diario del transporte público.
Una solución para barrios históricamente desconectados
Aunque el metro de Nueva York es el más grande de Estados Unidos y transporta a más de cuatro millones de pasajeros por día, amplias zonas siguen sin acceso ferroviario directo. Sectores del este de Queens y conexiones indirectas entre distritos obligan hoy a viajes largos y múltiples transbordos.

El Interborough Express busca cambiar esa realidad al unir comunidades que hasta ahora han quedado fuera de los grandes mapas de movilidad urbana.
Cómo será la nueva línea del Interborough Express
La Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) presentó el proyecto utilizando un enfoque estratégico: aprovechar un corredor ferroviario de carga ya existente, conocido popularmente como el “pizza-and-beer railroad”, por el tipo de mercancías que transporta.
Gracias a esta infraestructura previa, la construcción podría ser más rápida y menos costosa que otros proyectos similares.
Datos clave del trazado:
- 22,5 kilómetros de recorrido
- 19 estaciones
- Trayecto entre Brooklyn Army Terminal y Roosevelt Avenue, en Jackson Heights
- Tiempo estimado de viaje: 40 minutos
Actualmente, ese mismo recorrido puede superar la hora y media utilizando el metro tradicional.
Impacto social y económico del nuevo tren en Nueva York
Según estimaciones oficiales, el Interborough Express beneficiará directamente a más de 260.000 pasajeros diarios y a cerca de 900.000 residentes que viven en comunidades históricamente desatendidas.
Un dato clave: aproximadamente un tercio de la población en estas zonas vive bajo la línea federal de pobreza, lo que convierte al proyecto no solo en una mejora de transporte, sino en una herramienta de equidad urbana.
Reducir tiempos de viaje también significa más oportunidades laborales, acceso más rápido a servicios y una mejor calidad de vida.
En qué etapa se encuentra el proyecto
Actualmente, la iniciativa se encuentra en fase de revisión ambiental, un paso obligatorio antes de definir el financiamiento y el inicio de las obras.
Desde la MTA destacan que, una vez aprobado, será la primera nueva línea ferroviaria de Nueva York desde la extensión de la línea Q en la Segunda Avenida, inaugurada en 2017.
Expertos en planificación urbana consideran que el proyecto tiene un alto potencial de impacto positivo, tanto por la cantidad de usuarios que atenderá como por su eficiencia en la reducción de tiempos de viaje.













