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En tiempos donde el estrés, el ritmo acelerado y la sobrecarga de información afectan la concentración y la memoria, la alimentación se posiciona como una herramienta clave para proteger la salud mental. Y en ese escenario, un vegetal de color intenso se gana cada vez más espacio entre nutricionistas y científicos: la remolacha.

Este tubérculo, también conocido como betabel, no solo destaca por su sabor dulce y su valor nutricional, sino que estudios recientes confirman que su consumo regular puede mejorar la memoria, la atención y el rendimiento cognitivo. ¿La clave? Un compuesto natural que actúa directamente sobre el flujo sanguíneo cerebral.

El alimento clave para cuidar el corazón y mejorar la memoria

Una de las propiedades más valiosas de la remolacha es su alta concentración de nitratos naturales. Estos compuestos, al ingresar al cuerpo, se transforman en óxido nítrico, una molécula que contribuye a dilatar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación.

Cuando este efecto ocurre en el cerebro, se aumenta la oxigenación y el aporte de nutrientes, especialmente en zonas clave como el lóbulo frontal, que regula la toma de decisiones, la memoria y la capacidad de concentración.

De hecho, investigaciones publicadas en revistas científicas han vinculado directamente el consumo de jugo de remolacha con una mayor actividad cerebral en adultos mayores.

Remolacha: un alimento funcional que va más allá del cerebro

Pero los beneficios de la remolacha no terminan ahí. Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, este vegetal también es una excelente fuente de:

  • Fibra dietética, ideal para la salud digestiva y el control del colesterol.

  • Folatos, esenciales durante el embarazo y para la regeneración celular.

  • Potasio, un mineral clave para regular la presión arterial y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Además, su aporte calórico es bajo, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su peso sin resignar nutrientes.

Cómo incorporar remolacha a tu dieta diaria

Para obtener los beneficios cognitivos y cardiovasculares de la remolacha, los expertos recomiendan consumirla al menos dos o tres veces por semana. Algunas opciones prácticas incluyen:

  • Jugo de remolacha fresco en ayunas.

  • Ensaladas crudas ralladas con limón.

  • Remolacha asada con aceite de oliva y hierbas.

  • Smoothies combinados con frutas rojas y jengibre.

Su versatilidad en la cocina y su sabor particular permiten integrarla fácilmente en distintos platos, desde sopas hasta snacks saludables.