

Las personas jubiladas que deciden seguir trabajando después de comenzar a recibir sus beneficios deben cumplir con un trámite obligatorio para no perder parte del dinero que reciben cada mes.
A partir de ciertos límites de ingresos anuales, la Administración del Seguro Social (SSA) puede reducir o suspender temporalmente los pagos si no se informa correctamente la situación laboral del beneficiario.
Esta normativa, vigente en todo el país, exige una declaración oficial ante la SSA en caso de cambios en los ingresos. Quienes no la realicen podrían enfrentar recortes que afecten directamente su economía.

¿Qué sucede si los jubilados trabajan y no hacen el trámite?
Los jubilados que continúan trabajando mientras reciben beneficios del Seguro Social deben reportar sus ingresos adicionales. De no hacerlo, podrían recibir sanciones que impacten el monto mensual que reciben.
Reducción de beneficios por ingresos excesivos
Quienes aún no alcanzan la edad plena de jubilación perderán 1 dólar por cada 2 dólares que excedan el límite de 23,400 dólares anuales.
Para quienes cumplen la edad plena en 2025, el límite es de 62,160 dólares antes de alcanzar esa edad. Después de ese punto, no habrá reducciones en los pagos.
Suspensión temporal del beneficio
Si los ingresos superan ampliamente los límites establecidos, el Seguro Social puede suspender temporalmente los pagos. Estos se reanudan una vez que los ingresos vuelvan a estar dentro de los márgenes permitidos.

¿Cómo evitar perder el Seguro Social si sigues trabajando?
Para mantener el beneficio completo, es fundamental reportar cualquier cambio en los ingresos a la SSA. Este trámite permite ajustar los pagos y evitar sanciones.
Formas de reportar los ingresos
Este trámite no se puede realizar por internet. Las opciones disponibles son:
- Llamar al 1-800-772-1213, opción 7 para atención en español.
- Acudir personalmente a una oficina local del Seguro Social, utilizando el localizador disponible en la página web oficial.
¿Qué ocurre después del reporte?
La SSA revisa cada año los ingresos de las personas jubiladas que siguen trabajando. Si corresponde un ajuste en el monto del beneficio, enviará una notificación con la nueva cantidad.
Realizar este trámite a tiempo es clave para evitar descuentos o cancelaciones. Las personas jubiladas que continúan activas deben cumplir con sus obligaciones ante el Seguro Social para no poner en riesgo sus beneficios.











