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La discusión económica en Washington volvió a encenderse luego de que el expresidente Donald Trump planteara una medida inesperada: entregar pagos directos de $2,000 dólares a millones de hogares, financiados con los ingresos provenientes de los aranceles a las importaciones.
Aunque la idea fue presentada como un beneficio para las familias de ingresos bajos y medios, su futuro político es incierto debido al rechazo de figuras clave dentro de su propia fuerza.
Trump propone un nuevo cheque de reembolso: ¿para quién?
Durante su intervención en el Foro de Inversión Estados Unidos–Arabia Saudita, Trump aseguró que su administración tiene la capacidad de devolver al público parte del “dinero generado por Estados Unidos” a través de los impuestos al comercio internacional.

Según su visión, estos pagos funcionarían como un “dividendo arancelario”, una devolución directa que aliviaría los bolsillos de los sectores de bajos ingresos, quienes más sienten la presión inflacionaria.
Sin embargo, el plan no está libre de cuestionamientos. Legisladores republicanos advirtieron que la recaudación de aranceles difícilmente alcance para cubrir un desembolso que algunos analistas calculan en hasta $600 mil millones de dólares, una cifra muy por encima de los ingresos aduaneros actuales.
El plan de Trump enfrenta bloqueos: temor a más inflación y aumento de la deuda
Entre los críticos de la propuesta, el principal temor es su impacto económico. Algunos legisladores y expertos señalan que un nuevo programa de pagos podría incrementar la inflación, tal como ocurrió durante las ayudas implementadas en la pandemia. Otros sostienen que estos fondos deberían destinarse a reducir la deuda federal, en lugar de alimentar un gasto de recuperación inmediata.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, destacó que cualquier avance dependerá del Congreso, lo que añade un obstáculo político adicional. Además, no existe todavía una definición oficial sobre quiénes serían elegibles ni cuál sería el límite de ingresos para recibir el beneficio.
Sin embargo, el corazón del conflicto no es solo económico, sino institucional. La Corte Suprema analiza actualmente si Trump tenía autoridad para imponer los aranceles de emergencia que servirían como base de financiamiento. Si el fallo resulta desfavorable, la recaudación proyectada podría desaparecer, dejando sin sustento la propuesta.
Además, organizaciones independientes señalan que las estimaciones de ingresos citadas por Trump estarían infladas, lo que pone en duda la viabilidad de sostener pagos recurrentes o incluso una única ronda de cheques.
Cómo serían los pagos: Cheque físico o reducción de impuestos
Otro punto que genera confusión es la forma en que llegaría el dinero. En lugar del tradicional cheque por correo, Bessent mencionó que los $2,000 dólares podrían entregarse mediante exenciones fiscales, como reducciones en impuestos sobre propinas, horas extra o incluso en las contribuciones vinculadas al Seguro Social.
La modalidad final dependerá de negociaciones internas y de la disponibilidad real de fondos.













