

La deuda con tarjeta de crédito se ha convertido en uno de los principales problemas financieros para millones de familias en Estados Unidos. Los saldos acumulados, los intereses cada vez más altos y la dificultad para cumplir con los pagos mensuales llevan a muchos a buscar alternativas que les permitan salir de esta situación.
En este contexto, aparecen opciones que, aunque no siempre son conocidas, pueden permitir que ciertas personas logren un perdón parcial o total. Si bien no existe un programa oficial del Gobierno, hay mecanismos legales y negociaciones privadas que abren la puerta a esta posibilidad para resolver este problema financiero.

¿Quiénes pueden acceder al perdón de deuda con tarjeta de crédito?
No todas las personas califican automáticamente para que se les perdone la deuda con tarjeta de crédito, pero sí existen alternativas reales para quienes atraviesan dificultades económicas. Entre las principales se encuentran:
Programas de liquidación de deudas (debt settlement): permiten negociar con los acreedores una reducción significativa del saldo pendiente.
Bancarrota: una salida extrema, pero efectiva en casos de sobreendeudamiento, ya que puede borrar gran parte de las obligaciones.
En ambos casos, es clave conocer que se trata de procesos con consecuencias: el historial crediticio puede verse afectado y, en algunos casos, los montos perdonados pueden considerarse ingresos sujetos a impuestos.

¿Cómo funciona el perdón de deuda con tarjeta de crédito en Estados Unidos?
El funcionamiento varía según la vía elegida. En los programas de debt settlement, la persona acumula dinero en una cuenta especial mientras la empresa negociadora trata de llegar a un acuerdo con los bancos emisores de la tarjeta.
Por su parte, al optar por la bancarrota, el proceso judicial permite cancelar total o parcialmente la deuda, aunque con un impacto negativo en la calificación crediticia durante varios años.
Puntos clave a considerar:
- No existen programas federales oficiales que eliminen la deuda de tarjeta de crédito.
- La negociación directa con los acreedores suele ser más efectiva con asesoría especializada.
- La bancarrota es un último recurso, pero puede significar un nuevo comienzo financiero.











