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El creciente interés por la salud ósea, la prevención cardiovascular y el envejecimiento saludable llevó a que un nutriente hasta hace poco relegado gane protagonismo: la vitamina K2.

Distinta de otras vitaminas más populares, esta sustancia cumple un rol silencioso pero decisivo en el equilibrio del calcio en el organismo, un factor clave para proteger huesos, arterias y dientes con el paso de los años.

En un contexto donde aumentan la esperanza de vida y las enfermedades crónicas asociadas a la edad, especialistas advierten que prestar atención a la vitamina K2 puede marcar una diferencia real en la calidad de vida a largo plazo.

Por qué la vitamina K2 es clave para huesos y corazón

A diferencia de otros nutrientes, la vitamina K2 actúa como una especie de “guía” del calcio dentro del cuerpo. Su función principal es activar proteínas que indican dónde debe depositarse este mineral y dónde no.

Especialistas advierten que prestar atención a la vitamina K2 puede marcar una diferencia real en la calidad de vida a largo plazo. Imagen: archivo.
Especialistas advierten que prestar atención a la vitamina K2 puede marcar una diferencia real en la calidad de vida a largo plazo. Imagen: archivo.

Gracias a este mecanismo, el calcio se dirige hacia los huesos y los dientes, fortaleciendo su estructura, y se evita su acumulación en las arterias, un fenómeno asociado al endurecimiento vascular y al riesgo cardiovascular.

Diversas investigaciones vinculan una ingesta adecuada de vitamina K2 con:

  • Menor riesgo de fracturas óseas, especialmente en adultos mayores
  • Mejor densidad mineral ósea
  • Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares
  • Menor mortalidad asociada a problemas cardíacos

Este doble efecto —óseo y cardiovascular— es lo que convierte a la K2 en un nutriente estratégico frente al envejecimiento.

Vitamina K2 y salud dental: un beneficio poco conocido

Uno de los efectos menos difundidos de la vitamina K2 está relacionado con la salud dental. Al favorecer la correcta utilización del calcio, contribuye a mantener el esmalte fuerte y a proteger la estructura ósea que sostiene los dientes.

Especialistas señalan que niveles bajos de este nutriente pueden estar asociados con:

  • Mayor fragilidad dental
  • Dificultades en la remineralización
  • Problemas de cicatrización ósea

Por eso, su rol va más allá de prevenir fracturas y también impacta en la salud bucal a largo plazo.

Diferencias entre vitamina K1 y vitamina K2

Aunque comparten nombre, vitamina K1 y vitamina K2 no cumplen las mismas funciones ni se comportan igual en el organismo.

  • Vitamina K1: participa principalmente en la coagulación sanguínea y se encuentra en verduras de hoja verde como espinaca, acelga o brócoli.
  • Vitamina K2: actúa sobre el metabolismo del calcio, con impacto directo en huesos y arterias, y permanece más tiempo activa en el cuerpo.

Esta diferencia explica por qué una dieta rica en vegetales no siempre garantiza niveles adecuados de vitamina K2, aun cuando aporte suficiente K1.

Alimentos ricos en vitamina K2 que recomiendan los expertos

La vitamina K2 se encuentra principalmente en alimentos fermentados y de origen animal. Entre los más destacados se encuentran:

  • Quesos curados
  • Yogur y kéfir
  • Yema de huevo
  • Hígado
  • Pollo
  • Manteca

Los alimentos fermentados ocupan un lugar central, ya que el proceso de fermentación favorece la formación natural de K2. Incorporarlos de forma regular puede ser una estrategia efectiva para mejorar su consumo sin recurrir necesariamente a suplementos.

Vitamina K2 y vitamina D: una combinación clave

Otro aspecto relevante es la sinergia entre la vitamina K2 y la vitamina D. Mientras la vitamina D favorece la absorción del calcio, la K2 se encarga de que ese calcio se utilice correctamente.

Especialistas coinciden en que mantener niveles adecuados de ambas vitaminas es fundamental para:

  • Reducir el riesgo de osteoporosis
  • Proteger el sistema cardiovascular
  • Optimizar la salud ósea en todas las etapas de la adultez