Oro rojo: la fruta repleta de colágeno, que alivia los dolores musculares y favorece la digestión
Se trata de uno de los alimentos más recomendados por los nutricionistas a la hora de armar una dieta completa y saludable.
El colágeno es de las proteínas más eficientes para el cuidado de la piel y el fortalecimiento de los huesos o articulaciones. Por tales motivos, los nutricionistas recomiendan incluir en la dieta alimentos que fomenten su producción.
A medida que avanzan los años, "la piel envejece porque sus células se olvidan de cuál es su función y dejan de secretar colágeno y otras proteínas", aseguró el Dr. Aguiar, especialista en cirugía plástica y estética. Este proceso genera que la dermis pierda elasticidad y luminosidad.
La fruta que promueve la producción de colágeno en el cuerpo
Si bien se suele incorporar el colágeno a través de suplementos, lo cierto es que existen diferentes frutas y verduras que garantizan su propia elaboración, como es el caso de los frutos rojos.
Los arándanos, las frambuesas, las moras, las fresas, las cerezas o las grosellas, entre otros, son muy ricos en vitamina C, un nutriente fundamental para la producción de la proteína.
Los beneficios nutricionales de los frutos rojos
Son alimentos que poseen un alto valor nutricional por lo que aportarán grandes ventajas al organismo. Entre ellas, se distinguen:
- Poder antioxidante: los frutos rojos son ricos en antioxidantes, como las antocianinas, que combaten el envejecimiento.
- Apoyo cardiovascular: un consumo regular de las diferentes frutas puede ayudar a reducir el colesterol y cuidar la salud del corazón.
- Digestión y tránsito intestinal: su contenido de fibra soluble e insoluble favorece la digestión y el tránsito intestinal.
- Bajo en calorías: son recomendables a la hora de armar una dieta centrada en perder peso debido a su bajo contenido calórico.
¿Qué es el colágeno?
Es una proteína fibrosa y rica en aminoácidos que se encuentra en diversas partes como el pelo, la piel, las uñas, los huesos, los ligamentos, los tendones, los vasos sanguíneos, entre otros.
Dentro de sus funciones: ayuda a reforzar los huesos y las articulaciones; permite que la piel y los tendones no se estiren; y favorece en la curación del cuerpo a la hora de sufrir una lesión.
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