Sólo se adjudicaron dos de los 14 campos petroleros concursados en la licitación de 14 áreas que se liberaron a explotación privada. Los funcionarios del gobierno atribuyeron la falta de impulso de más participantes a la volatilidad financiera global y a los bajos precios del crudo.


Por su acuciosa transparencia y la virtud de haberle abierto la puerta al capital privado luego de casi 80 años de monopolio estatal petrolero, el primer concurso licitatorio de la Ronda Uno mexicana se erigió como un hito en la historia económica de nuestro país; sin embargo, el concurso se quedó por debajo de la expectativa de adjudicar al menos 30% de los 14 bloques subastados, ya que sólo se logró la adjudicación de dos campos, el 2 y el 7, al consorcio integrado por la mexicana Sierra Oil and Gas, la estadounidense Talos Energy y la británica Premier Oil.


Con ello, la proyección de inversiones para esta fase se redujo de u$s 6668 millones a 2600 millones por los dos campos adjudicados a lo largo de los 25 años que dura el contrato, inversión que llegará al país por parte de los privados en 80% en los primeros cinco años de vida del contrato, aseguró el presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.


"Es cierto, nos hubiera gustado ver más participantes, no sólo los que llegaron, sino los que presentaron ofertas, pero con la caída de los precios del petróleo lo primero que se ve afectado en las empresas es el flujo de efectivo", dijo, "pero no todo es la caída del precio del petróleo, hay otras consideraciones que tendremos que revisar para lo que viene". Y es que, además, a esta primera licitación de campos petroleros en la historia del país asistieron sólo nueve licitantes a pesar de que hubo 25 empresas o consorcios precalificados para pujar; en total, seis de los 14 campos recibieron ofertas por parte de siete empresas, mientras que dos más, las estadounidenses Cobalt Energy y Atlantic Rim, sólo se acudieron al evento para presentar cartas de disculpa por todos los bloques.


Así, 12 licitaciones quedaron desiertas, luego de que cuatro bloques, 3, 4, 6 y 12, recibieron propuestas que no alcanzaron los mínimos establecidos por Hacienda, por lo que fueron desechadas, quedando desierta la licitación; en los restantes ocho bloques de la convocatoria, no se presentó una sola oferta.
Sin embargo, las utilidades que recibirá el Estado por estos dos bloques son superiores a 70% de la utilidad operativa ya en proceso de producción antes de impuestos, por lo que aunque no tuvo el impulso que se esperaba, esta primera licitación arrancó con "paso firme", dijo el presidente del regulador.
El consorcio ganador del Bloque 2, en el que participa Sierra Oil and Gas, presentó una oferta ponderada de 52,9% por este bloque, que mide 194 kilómetros cuadrados; sin embargo, el Estado estima quedarse con 74% de la utilidad operativa si se agrega el resto de las contribuciones que deberá hacer el consorcio.