

Las empresas reciben amenazas externas (competencia, recesión, incertidumbre, crecimiento inesperado de la demanda) que obligan a replantearse la forma de gestión, con tal de poder adaptarse a estos cambios. Las fluctuaciones del entorno generan en las organizaciones la necesidad de contar con herramientas que ayuden a minimizar los efectos negativos en esta transición.
Está demostrado que en aquellas donde se han instalado viejos paradigmas organizacionales como la falta de información para la toma de decisiones, la poca planificación en todos los estadios jerárquicos, la falta de un modelo sistemático de gestión, etc. Lleva a las empresas, principalmente a las Pymes, a la reducción de sus utilidades.
Visualizando un constante incremento de los costos, aumento de la demanda interna de recursos (manos de obra, superficie útil y mayor disponibilidad de máquinas).Información adecuadaAdemás existe una cierta unanimidad en que el atributo que contribuye, fundamentalmente, a determinar la posición de la empresa en el largo plazo es la opinión de los clientes sobre el producto o servicio que reciben. Resulta obvio que, para que los clientes se formen una opinión positiva, la empresa debe satisfacer sobradamente todas sus necesidades y expectativas. Es lo que se ha dado en llamar calidad del servicio.
Por tanto, si satisfacer las expectativas del cliente es tan importante como se ha dicho, entonces es necesario disponer de información adecuada sobre el mismo, que contenga aspectos relacionados con sus necesidades, con los atributos en los que se fijan para determinar el nivel de calidad conseguido.
La calidad y la mejora continua de los procesos se está convirtiendo en los requisitos imprescindibles para competir en las organizaciones industriales y comerciales de todo el mundo, ya que las implicaciones que tiene en la cuenta de resultados, tanto en el corto como en el largo plazo, son muy positivas para las empresas envueltas en este tipo de procesos.
De esta forma, la calidad se convierte en un elemento estratégico que confiere una ventaja diferenciadora y perdurable en el tiempo a aquellas que tratan de alcanzarla.
Es por eso que resulta muy importante y por demás necesario para salir lo menos perjudicado posible de estos procesos de adecuación, que la dirección de la empresa asuma el rol de gestor de estas herramientas, facilitando la incorporación de nuevos conceptos como análisis de procesos y mejora continua, la gestión basada en sistema de calidad, lean, etc. Resultando muy sano para las organizaciones que las instituciones se acerquen a las empresas con programas que tengan una incidencia directa en la productividad y viceversa que las Pymes se acerquen a las instituciones para participar de estos programas con el fin de fortalecer o mejorar su gestión.
(*) Pablo A. Corradini, también, es docente investigador de UTN, especialista en calidad industrial y asesor técnico de empresas. Es miembro del equipo de especialistas que dictan clases en el Instituto Pyme del Banco Ciudad. Banco Ciudad, a través del Instituto Pyme, ofrece cursos, talleres y programas ejecutivos a empresarios pymes y emprendedores. Para más información contactarse a institutopyme@bancociudad.com.ar











