

Pocos consumidores sabrán que, detrás de cada paquete de papas fritas, existe un segmento que crece mucho más rápido que la media nacional. El mercado de los snacks salados creció más de un 50% en el último lustro y la proyección para este año refleja un salto del 15%, confían los fabricantes del sector.
PepsiCo, con marcas como Lays, Cheetos, Doritos, Pehuamar, y 3D, acapara más del 80% del mercado, que producirá unas 60.000 toneladas, en 2014, según las mismas fuentes. Segundo en la fila aparece el grupo nacional 5 Hispanos (Krachitos), con un 10%. El resto se lo reparten players internacionales y pymes locales, como Don Héctor (Croopers), Nikitos Snacks, Burbujas, Smart Food (Mundo Nuevo), Productos Peti Snacks, y Cra-ket, entre otros.
En los primeros puestos, desde este año, PepsiCo deberá competir con dos gigantes locales: Arcor y Molinos. Esta última, lanzó snacks con la marca Gallo, a base de arroz, el año pasado. Por su parte, la firma cordobesa anunció un ambicioso plan para participar de este crocante negocio, con la marca Saladix.
Desafíos para las pequeñas
Cuando creamos la empresa, nos interesó el tamaño de esta categoría en otras regiones y ver la tasa de crecimiento en los últimos años, que experimentó en el país, asegura Sebastián Proietti, fundador de Smart Food, dueño de la marca Nuevo Mundo. Ese crecimiento vino de la mano de la innovación. Pero la líder del mercado sólo lanzó nuevos 3D y Doritos, en los últimos años, además de algunas variantes de las papas, agrega el empresario.
El plan de Smart Food es crecer ampliando la categoría con nuevos consumidores, jóvenes y adultos, que no se sienten identificados con lo que ofrece el mercado. No venimos a robar mercado a los gigantes, dice Proietti, que ofrece batatas y remolacha, además de las tradicionales papas, entre otros productos.
Para este año, la firma espera pasar de 6 a 10 toneladas de producción mensual en su planta de San Martín, donde trabajan seis empleados. Lanzaremos una marca de snacks saludable, adelanta su titular, quien por estos días está comenzando a ofrecer barras de granola.
Contexto difícil
Para Lucas Pandol, socio de Productos Peti Snacks, las dificultades de una firma pequeña son integrales, respecto a logística, distribución y costos. Pandol sostiene que es difícil acceder a créditos para maquinarias de producción y vehículos. Al no tener acceso a estos productos, que ayudan a producir más en menor tiempo, los costos son elevados. Para el empresario, el año pasado, el valor de los insumos subió un 30% y en los primeros dos meses del año saltó un 50%.
Peti Snacks tiene su planta en la ciudad de Carcaraña, en la provincia de Santa Fe, y sus 45 años en el mercado le permitieron expandirse hacia Córdoba y Neuquén con sus papas fritas, maníes y palitos salados.
Está fuera de nuestro alcance acceder a materia prima bonificada, porque hace falta comprar grandes volúmenes, para, luego, ofrecer un precio competitivo, explica Pandol. Para poder lanzar al mercado un nuevo producto, tenemos solo de inversión en packaging (diseño, polímeros, marco legal, envases), un mínimo de $ 35.000 más IVA, siendo éste solo una parte del costo, sin contar maquinaria, infraestructura, materia prima y personal, agrega.
Para Smart Food, haber pensando la empresa con el contexto local desde un principio (salió al mercado en octubre de 2012), no les impidió omitir la última devaluación. Lamentablemente, el packaging no se puede conseguir acá. Ese componente, que representa un 20% de nuestros costos, subió mucho este año, porque lo importamos, explica Proietti, quien, en el canal petrolero encuentra una opción para que las pymes se expandan. Smart Food tiene el 8% de participación de mercado en venta de snacks en la red de YPF, según cifras propias.
Las expectativas de crecimientos son casi nulas. Al no tener acceso a herramientas crediticias, quedamos casi fuera del sistema competitivo y de crecimiento. Solo nos queda pensar en cómo mantenernos, antes de crecer e innovar, confiesa Pandol.
Sin embargo, las expectativas del sector son alentadoras. En la Argentina, el consumo per cápita apenas supera 1,25 kilo, mientras que en países como los Estados Unidos alcanza los 15 anuales. Además, aquí la categoría crece más rápido que en los mercados consolidados, donde la expansión es de apenas el 3% anual.
Para Proietti, el secreto está en participar en todos los canales de venta posibles, como supermercados, autoservicios, kioscos y el canal petrolero y ofrecer productos diferenciales.
Facundo Sonatti











