Luis y Silvio Benvenuto arribaron al país en 1912. Su emprendimiento Benvenuto Hermanos empezó vendiendo productos que importaban desde Italia, como conservas de pescado y de tomate.
Para plasmar en su etiqueta esa esencial artesanal y local de su producción decidieron imprimirle una campesina en sus envases y estos se comercializaban con la marca La Campagnola (campesina, en italiano). Al mismo tiempo también querían que sus coterráneos supieran de los manjares que se comían en su nuevo hogar por lo que también exportaban productos argentinos.
Pasó el tiempo y los hermanos quisieron dar un paso más con su compañía. Entonces en 1933 saltaron hacia la industrialización de su portfolio con la inauguración de una planta en Mar del Plata.













