

La próxima reunión plenaria de obispos argentinos, prevista para mayo, dedicará parte de su tiempo a analizar flagelos como la drogadicción y la facilidad con que se consiguen armas para cometer delitos contra la seguridad ciudadana.
Los diálogos de los integrantes de la Comisión Permanente del Episcopado, que la pasada semana deliberó durante algo más de una jornada en Buenos Aires, permitieron comprobar que las esas son dos de las mayores preocupaciones que las jerarquías eclesiásticas perciben en sus jurisdicciones.
Los participantes, presididos por el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, escucharon también un informe de la Comisión Ejecutiva sobre el viaje que los cuatro miembros de este órgano efectuaron a Roma a comienzos de febrero, con el fin de tomar contacto con autoridades vaticanas y así mejorar -se dijo- la comunicación entre la Santa Sede y la Iglesia local.
Ese viaje de Bergoglio, junto a los vicepresidentes Villalba y Arancedo y al secretario general Eguía Seguí, dio lugar a que se tejieran toda clase de versiones, incluidas las de divergencias sobre cómo encarar la acción eclesial ante distintas medidas adoptadas por las autoridades públicas.
La agenda del encuentro -el primero oficial de obispos argentinos en el año- preveía una serie de asuntos intraeclesiales, entre ellos la preparación de la agenda de la próxima Asamblea Plenaria de obispos, que tendrá lugar en los primeros días de mayo.
Será ésa la última oportunidad en que el cuerpo episcopal delibere antes de la elección presidencial, por lo que en algunos ámbitos se especula con que podría difundirse un documento en que la Iglesia, obviamente sin manifestar preferencia alguna por tal o cual candidato, dé a conocer su visión sobre la actualidad y perspectivas del país.
Si bien no hay certezas de que tal expresión colectiva del Episcopado llegue a tomar la forma de un documento, lo que sí hubo en la reunión de la Permanente fue un muy activo intercambio de pareceres entre los presentes. Más allá de los matices propios y diferenciados de cada zona de procedencia, los obispos coincidieron notablemente -en la expresión de uno de ellos- en destacar la preocupante situación derivada de fenómenos como las drogas y la disponibilidad de armas al alcance de vastos sectores, con el consiguiente peligro para el conjunto de la sociedad sin distinción de nivel económico.
Nuestra gente ya no soporta más; es hora de cambiar definitivamente este cuadro, fue el resumen del intercambio, lo que podría implicar que el ríspido asunto aparezca entre los tópicos que aborde la Plenaria en mayo.
El encuentro de la Comisión Permanente concluyó antes de lo previsto, a media mañana del miércoles. Por lo que pudo saberse no se habló en él de la renovación de autoridades de la Conferencia Episcopal, que tendrá lugar a mediados de noviembre próximo, y que incluirá entre otros cambios la salida de Bergoglio de la presidencia del cuerpo.










