

"Tenemos un cuello de botella por la distribución. No logramos retirar todos los productos juntos cuando llegan los pedidos de fin de mes. Nuestro principal problema estaba en el depósito y por eso invertimos u$s 22 millones en la automatización", explicó Claudio Rodríguez, director de Sinteplast. En diálogo con El Cronista, el ejecutivo dijo que este desembolso permite ahora ampliar la oferta y seguir creciendo.
¿Cómo proyecta cerrar el año en cuanto a ventas?
El año pasado crecimos un 9% en volumen y venimos creciendo un 16% este año. Cerraremos en no menos de ese 16% porque la demanda sigue aumentando. En septiembre del año pasado, el mercado de la pintura quebró la tendencia y empezó a hacerse más fuerte.
¿De dónde viene esa demanda en aumento?
Es construcción privada porque en general no vamos a la obra pública, que usa poca pintura. Somos optimistas porque ya hay una reactivación muy fuerte en los peores meses del año (mayo, junio y julio).
¿Son consumidores individuales o desarrolladores?
El volumen grande siempre es de individuos y tiene que ver con la repintura de las casas. Los metros cuadrados nuevos representan apenas el 15% en el mejor momento.
¿Los precios aumentaron en línea con la inflación?
No, vienen todos aumentando por debajo de la inflación en los últimos años. Hay que trabajar mucho con el sistema de costos dentro de la empresa. Por suerte, nosotros nos integramos bastante en la elaboración de materia prima. Por ejemplo, hacemos nuestra propia resina pero además extraemos el aceite de soja para eso. Compramos granos de soja, sacamos aceite, hacemos resina, hacemos pintura. También hacemos nuestros propios envases, molemos el carbonato de calcio. Toda esa integración nos permite bajar costos. Aprovechamos la época del dólar bajo (2014/2015) para comprar toda la maquinaria por eso ahora tenemos una producción bien automatizada.
¿El valor del dólar hoy es adecuado para encarar estas inversiones?
Me parece que $ 18 es un poco más arriba de lo que tiene que estar. Cuando llegó a $ 15,50 me parecía bajo.
¿El nivel actual, beneficia para exportar?
Nosotros exportamos menos del 10% de nuestra producción pero no nos basamos en el precio del dólar. Tenemos plantas en Bolivia, Uruguay, Paraguay, Río de Janeiro y San Pablo y exportamos a muchos lugares del mundo. Desde Argentina vendemos a Cuba, a Chile, a Ecuador, Costa Rica, India, Israel. Cuando el país se aleja, es necesario vender pinturas de alta calidad para que el precio sea alto y el flete no te influya. Eso nos importa. El tipo de cambio impacta relativamente. De lo que se exporta, el 70% son materias primas y envases y eso está muy dolarizado por lo que vale lo mismo en la Argentina que en cualquier lugar del mundo. Queda mano de obra y rentabilidad. Un dólar altísimo beneficia pero no es el principal motivo porque para ganar un mercado se tarda mucho tiempo, aunque para perderlo se pierde enseguida. Lo que importa no es el dólar sino el desarrollo que se le pone al producto y la exclusividad. Si nos basamos en el valor del dólar se trata de un negocio de commoditie y ahí no se gana dinero. El negocio es tener exportaciones constantes.
¿El ingreso de productos importados impactó en las ventas?
En este mercado no. Hay más competencia interna. Nosotros somos la firma número uno del mercado. Compramos la línea Casablanca hace tres años a BASF y otras compañías más chiquitas. Hay unas 40 fábricas y entre las primeras cinco tenemos el 75% del mercado.
¿Qué hace que mejore el negocio en momentos de suba de costos?
La distribución es un punto. Nosotros tenemos la cadena Colorshop, franquicias con 280 locales, la más grande del país que venden nuestros productos.
¿Y el costo laboral?
Más que los salarios me preocupan los costos de alrededor. Si este país va a vivir de un bajo poder adquisitivo de la gente en dólares estamos sonados. Si todo lo vamos a resolver con devaluaciones no vamos a terminar de salir como país. La gente tiene que tener alto poder adquisitivo pero las empresas no pueden tener tanto costo asociado al salario. Aportes, ART, enfermedades. El ausentismo también perjudica. Aunque no es nuestro caso si yo le vendo a un fabricante de heladeras pero ya no me compra porque no puede competir con la heladera importada, también me perjudico. Por eso me preocupa que toda la economía funcione bien.
¿Se percibe una mejora en la industria?
Hubo un deterioro muy importante durante el año pasado y el primer trimestre del año. Hace tres meses que se está recuperando. Nosotros somos un termómetro porque las industrias nos compran, tanto pinturas para la producción de electrodomésticos como envases. Los últimos sobre todo las alimenticias. Allí vemos también que hay una mejora.













