

Comienza un nuevo capítulo judicial para la láctea Verónica. Sucedió que semanas atrás, la empresa había solicitado la apertura de su procedimiento preventivo de crisis (PPC), herramienta que tenía planeado oficializar este viernes, luego de una audiencia virtual con Atilra, el sindicato que representa a sus trabajadores, y la Secretaría de Trabajo.
Sin embargo, la Secretraría de Trabajo solicitó a la compañía más documentación para sustentar el pedido de PPC y exhortó a las partes -empresa y empleados- a llegar a un acuerdo. De no lograr la solicitud de la magistratura, se fijará una nueva audiencia para los próximos 15 días. Verónica proyectaba despedir al 30% de su personal, conformado por 700 empleados.
"La crisis que atraviesa la empresa está relacionada de manera directa con lo que ocurre en el sector lácteo en argentina: caída en la producción (un 7% en 2024), descenso en el consumo (una baja del 9.7% en el mercado interno en 2024), aumento de costos (contexto inflacionario de los últimos 10 años), cadena de valor poco competitiva y concentración del mercado. Esto se ve potenciado por la imposibilidad de acceder a financiamiento a tasas razonables de interés", informó la compañía en un comunicado luego de la audiencia.
El PPC es una herramienta que opera bajo el ámbito de la Secretaría de Trabajo y permite, dentro de ese marco legal, que las empresas que acrediten atravesar una situación económica adversa puedan reducir sus costos laborales. Esto puede implicar desde la flexibilización de condiciones en sus convenios colectivos hasta la aplicación de suspensiones, o, incluso, despidos.
Según indicaron fuentes cercanas a la planta que la láctea tiene en Clason, Verónica aspiraba a abonar las indemnizaciones al 50% y en cuotas. A su vez planteaba la baja del convenio colectivo, lo que, según indicaron a este medio, representaría una baja salarial de, como mínimo, 30 por ciento.
La compañía, que llegó a estar en el top tres de las lácteas más conocidas del país, atraviesa una fuerte crisis desde principio de año y actualmente se encuentra operando con niveles marginales. Este casi nulo nivel de actividad hizo que la empresa aún les deba a sus empleados tanto los sueldos de julio, como el aguinaldo.
"Verónica pasó de producir 800.000 litros diarios a solamente 300.000, lo que generó una importante capacidad ociosa que impacta de manera directa en las finanzas de la empresa. Esta situación la llevó a vender su inmueble central y a tomar decisiones drásticas sobre su estructura, razón por la que sus autoridades presentaron una acción para sostener la operación y evitar su cierre", aclaró el escrito.
La crisis de Verónica comenzó en 2017 y tras la muerte del fundador de la empresa, Francisco Gonzalo Espiñeira, se profundizó. En 2020 llegó a procesar un millón de litros diarios de leche y logró ponerse al día con los sueldos, pero luego volvió el conflicto
A esto se suma el endurecimiento de los tambos remitentes, que enfrentan serias demoras en los pagos. Mientras el plazo habitual de cobro era de 45 días, ahora la compañía dilata los pagos por la leche cruda a más de 90 días.
De acuerdo con los registros actualizados del Banco Central (BCRA), la empresa acumula cheques rechazados por más de $ 6300 millones, un indicador claro de la delicada situación financiera que atraviesa.
Si bien la exportación de lácteos representaba una de las principales fuentes de ingresos para la compañía, ya que, entre enero de 2020 y abril de 2025, concretó ventas al exterior por más de u$s 102 millones, en el primer cuatrimestre de 2025, las exportaciones -sobre todo, de leche en polvo- alcanzaron los u$s 3,8 millones.
La cifra fue inferior a la del mismo período del año anterior. Argelia se mantuvo como el principal destino de los envíos desde 2020, concentrando el 72% de las ventas externas.












